¿Quién teme a la variante Delta?

No sólo los no vacunados son más vulnerables, los vacunados con una sola dosis también se infectan más que los que han recibido la pauta completa

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Hace año y medio que emergía el virus del Covid , con las terribles consecuencias pandémicas que a diario constatamos. El recorrido de la ciencia por todo el paisaje biológico de este agente aún no ha podido desvelar cómo fue su emergencia, se discute sobre el posible salto zoonótico desde el murciégalo al hombre, sin haber descartado aún que el virus patógeno proceda de un laboratorio de investigación.

Pero, mientras se discute y se hacen cábalas sobre su origen, la evolución del virus SARS-CoV-2 se nos muestra en todos sus detalles. Hay muchos posibles cambios en el genoma de un agente que se multiplica en escala de trillones de veces . Algunos de estos cambios genéticos necesariamente pueden tener consecuencias, por ejemplo, hacer que el virus sea más transmisible , con lo cual el virus variante se acaba imponiendo a las cepas que lo han precedido. Otra posibilidad es que sea más patógeno.

Hablamos de variantes, claro, no de un virus nuevo sino una modalidad nueva del virus , con propiedades que -¡ay!- causan preocupación porque pueden agravar las consecuencias de la pandemia . Qué puede ocurrir si el virus es más patógeno, qué sucederá si el cambio genético lo hace resistente a la inmunidad, la que tenemos los vacunados o los que han padecido la infección.

De algún tipo de variante dimos cuenta en estas páginas hace diez meses , comentando una mutación, del gen de la proteína S del virus, que se había impuesto meses después de surgir la pandemia. Poco más tarde, ya en pleno otoño pasado, las variantes del virus pasaron a ser objeto de verdadera preocupación. Lo que se llamó la variante británica (hoy variante Alfa según la terminología que propone la OMS) fue la primera en extenderse .

La dinámica es tan rápida que cuando empezamos a desentrañar detalles de alguna variante ya surgen otras que intensifican nuestra preocupación. Es el caso de la variante Delta, detectada por primera vez en la India en diciembre de 2020. Tras unos pocos casos en el estado de Maharanhtra pronto su número alcanzó los 30.000 casos en Nueva Delhi. En estos momentos la variante Delta se ha extendido ya a 92 países , en muchos de los cuales se difunde con rapidez, incluso provoca un retroceso importante en lo que eran avances hacia una relajación de los controles y exigencias. En el Reino Unido , esta variante delta supone ya un 99% de los contagios , en Rusia y parte de Portugal el incremento de casos demanda una prevención más exigente. En Estados Unidos supone ya un 15% y en Israel, uno de los países con mayor porcentaje de vacunados, se ha tenido que intensificar la protección respiratoria de la población.

Si la variante Alfa se transmite con mayor eficacia que el virus original, la variante Delta es un 50-100% más transmisible que la Alfa . ¿Qué es lo que hace que esta forma del virus se adapte mejor, se transmita más y desplace por tanto al virus en su forma silvestre? Para entenderlo es preciso adentrarse en el paisaje bioquímico de la llamada proteína S, con su región desde la que el virus reconoce a la célula pulmonar humana y se fija a ella para infectarla.

Un cambio del aminoácido en la posición 452 de la proteína S hace que se fije mejor al receptor de la célula y otro en la 681 hace que penetre con mayor eficacia

Son hasta nueve las mutaciones de las que la forma Delta es portadora en el gen de la proteína S . Lo que sucede es que ninguna es exclusiva de la variante Delta, cada una de ellas se ha encontrado en alguna otra variante, pero debe ser la combinación de todas o parte de ellas , la que hace que Delta sea más transmisible. Sin duda se adapta mejor a infectar quizá porque el infectado emite más virus o porque menos virus son suficientes para el contagio o por las dos razones. Llama especialmente la atención la mutación que provoca un cambio del aminoácido en la posición 452 de la proteína S , lo que hace que se fije mejor al receptor de la célula , o el cambio el aminoácido 681 gracias a la cual el virus puede penetrar con mayor eficacia .

Los estudios en marcha están respondiendo a esta pregunta, qué es lo que hace a este virus más infeccioso por razón de estas mutaciones. Las respuestas irán llegando, aunque faltan aún muchas preguntas por responder. Mientras tanto, seguimos en esta carrera contra el tiempo, para combatir a este virus y sus formas evolucionadas . Es la única manera de ahorrar vidas, lo importante es seguir poniendo coto al virus, ampliar la extensión de ese muro que supone la vacunación de máximo de personas aporta la vacunación al inmunizar al máximo número de personas. También se ha visto no sólo que los no vacunados sean más vulnerables, sino que los vacunados con una sola dosis, también se infectan más que los que han recibido las dos dosis que completan la pauta.

Habrán de llegar nuevas vacunas, incluso algunas de las actuales modificadas para combatir mejor a las variantes de la covid. Pero hemos de seguir luchando, especial preocupación produce la posibilidad de que la variante delta se extienda, por ejemplo, al continente africano cuyos medios para combatirla son más reducidos, o con muy poca gente vacunada.

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