La Cámara de EE.UU. aprueba una ayuda urgente de 8.000 millones de dólares por el huracán Harvey
Los miembros electos de la Cámara de Representantes votaron 419 a favor y 3 en contra de estas ayudas que se destinarán principalmente a la Agencia Federal de Emergencias
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado casi por unanimidad este miércoles un primer paquete de ayudas de emergencia, instado por el presidente Donald Trump , de 8.000 millones de dólares para las víctimas del huracán Harvey .
Los miembros electos de la Cámara de Representantes votaron 419 a favor y 3 en contra de estas ayudas que se destinarán principalmente a la Agencia Federal de Emergencias . El Senado debe votar la aprobación de las medidas en los próximos días.
Los tres votos en contra vinieron de representantes republicanos, Justin Amash, Thomas Massie y Andy Biggs, que se quejaron de que estos gastos no sean financiados mediante recortes en otras partidas de los presupuestos.
Estos fondos se presentan sólo como un pago inicial de una factura que podría aumentar a lo largo de los meses a más de 100.000 millones de dólares , según los funcionarios electos.
«Con esta ley, la Cámara ha dado los fondos necesarios para continuar las operaciones de socorro y recuperación... mientras que le permite tener los medios para intervenir en caso de una nueva emergencia», dijo el republicano Rodney Frelinghuysen.
Los conservadores se oponen a elevar el techo de la deuda, sin contrapartidas presupuestarias, y la minoría demócrata está tratando de negociar una subida.
A través de un comunicado conjunto, los demócratas han anunciado el apoyo de Trump para tramitar un plan de ayudas para los afectados por el huracán Harvey, así como para evitar el cierre del Gobierno o una suspensión de pagos a final de mes.
El Departamento del Tesoro estadounidense ya había advertido de que debía aumentarse el techo de gasto en las próximas semanas, de forma que, si no se hiciera, el Gobierno no podría pedir prestado dinero ni hacer frente a sus deudas, lo que perjudicaría la calificación crediticia de EEUU y dañaría su economía.
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