Uno de cada tres adolescentes se ha dado un «atracón» de alcohol en el último mes

La FAD y 40 organizaciones lanzan 132 medidas para luchar de forma coordinada contra esta lacra social

Vídeo: Uno de cada tres menores se ha dado un "atracón" de alcohol en el último mes ABC

E. MONTAÑÉS/L. DANIELE

Medio millón de jóvenes españoles de 14 a 18 años se han embarrachado en el último mes. Más de 361.000 son menores. Y la edad de inicio del coqueteo con esta droga legal se reduce cada año. Ahora mismo está fijada en España a los 13,8 años. Además el 32,2% de los adolescentes bebe dándose un atracón. Es lo que se conoce como «binge drinking». Estas cifras «absolutamente brutales» —según el presidente de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón— sitúan al alcohol como la sustancia preferida por los jóvenes españoles.

«Se están copiando cada vez más y de forma preocupante patrones de consumo de los países anglosajones», explica a ABC la nueva directora general de la FAD, Beatriz Martín. Yes que 710.494 jóvenes confiesan haberse «atracado» o consumido de forma compulsiva alcohol en los últimos 30 días.

La radiografía de este fenómeno social es tan preocupante que ha llevado a la Fundación de Ayuda a la Drogadicción a liderar la iniciativa «Movilización Alcohol y Menores». El proyecto, impulsado en 2017 con el apoyo de la Obra Social La Caixa, ha conseguido reunir a más de cuarenta organizaciones con el objetivo de poner en marcha una estrategia coordinada entre todos los sectores de la sociedad para tratar de contener el «tsunami» en el que se ha convertido este consumo masivo de alcohol.

Estas organizaciones han consesuado una batería de 132 medidas concretas que implican a toda la sociedad en la lucha contra el consumo de alcohol entre menores, repartiendo tareas para todos los actores que puedan implicarse: desde padres hasta fabricantes de bebidas alcohólicas, pasando por medios de comunicación, administraciones públicas, personal sanitario y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, educadores y miembros de entidades y organizaciones de prevención o atención al consumo de sustancias.

Este jueves, Martín junto a su antecesor en el cargo durante 25 años y actual vicepresidente de la FAD, Ignacio Calderón, presentaron estas recomendaciones para acabar con lo que hasta ahora ha sido el principal lastre de la lucha contra el consumo de alcohol entre los menores: «la falta de organización» entre los diversos actores.

«No se ha producido un planteamiento serio contra el consumo de alcohol de menores, principalmente por falta de organización —afirmó Calderón durante la presentación—. No puede ser que tengamos que esperar a que muera una niña de doce años para tener a todo el mundo durante dos meses dándose abrazos y preguntándose cómo ha sido posible».

Una ley no tan represiva como más centrada en la prevención, educación y apoyo a las familias y que impulse medidas de conciliación laboral y familiar son algunas de las propuestas que han lanzado los expertos de la «Movilización Alcohol y Menores» para combatir este preocupante fenómeno.

El vicepresidente de la FAD se mostró convencido en que la solución a la problemática del consumo de alcohol entre menores no pasa únicamente por introducir nuevas leyes y restricciones sino, en primer lugar, que la ley que hay «se cumpla» y, en segundo lugar, que vaya acompañada por un esfuerzo de toda la sociedad para generar un cambio cultural en cuanto al consumo de esta sustancia.

«Seguramente es un problema que hemos generado culturalmente entre todos y que tenemos que solucionarlo entre todos. Hemos permitido llegar hasta unos niveles de consumo entre los menores que nunca habrían tenido que haber sido. Consumos como el modelo anglosajón, de atracón de alcohol en pocas horas, están haciendo mucho daño», afirmó Calderón, quien recordó que las fiestas etílicas son consideradas como algo «normal» , cuando todos los estudios científicos señalan que el desarrollo completo del cerebro humano no se alcanza hasta los 20 años por lo que está probado que estos excesos repercuten muy negativamente en el posterior desarrollo físico, psicológico y mental de los jóvenes.

Proyecto Hombre ha sido una de las organizaciones que se ha adherido a esta ambiciosa iniciativa. Su presidente, el médico Luis Bononato, aseguró ayer a ABC que lo más importante de este programa es «la implicación del mayor número de sectores para hacer más eficaz la prevención» y «el aumento de las dificultades en el acceso de los jóvenes al alcohol». «Con el tabaco era impensable y lo hemos conseguido. Tenemos que hacer tomar conciencia a toda la sociedad sobre las consecuencias del consumo de alcohol y sobre todo del consumo en atracón », afirmó. Entre ellos, Bononato subrayó los accidentes de tráfico, la violencia de género y los comas etílicos.

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