Francisco y Benedicto XVI abrázandose durante una ceremonia por la celebración del 65 aniversario de la ordenación sacerdotal de Joseph Ratzinger, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico
Francisco y Benedicto XVI abrázandose durante una ceremonia por la celebración del 65 aniversario de la ordenación sacerdotal de Joseph Ratzinger, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico - EFE

Benedicto XVI, muy lúcido y animado aunque no pueda caminar

Necesita utilizar un andador para los desplazamientos pero conserva un humor excelente

Corresponsal en el Vaticano Actualizado: Guardar
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Benedicto XVI dio este martes una alegría a tantas personas que le quieren mostrándose muy contento y en plena forma intelectual a pesar de la artrosis que le impide caminar. Como cualquier persona de 89 años, sufre un declive físico pero no es en absoluto «una vela que se apaga» como comentara imprudentemente hace unos meses su secretario personal, Georg Gaenswein.

Aunque le cuesta, habló en pie, por respeto al Papa Francisco y para mostrar que está en buena forma. En realidad, su mayor problema es no poder caminar y la necesidad de utilizar un andador para sus desplazamientos, como tantas personas ancianas.

En cambio su humor es excelente, como comentó el propio Francisco. Sigue tocando el piano y jugando de vez en cuando con los dos gatos del jardín de su residencia: «Zorro», así llamado por un color oscuro de antifaz en torno a los ojos, y «Contessa» (Condesa).

En los últimos meses ha limitado un poco el número de visitas porque recibe muchas cartas, que le gusta contestar personalmente, y muchos libros.

En general, dicta las respuestas a su secretaria, pero algunas las escribe personalmente, como la que dirigió al Papa Francisco hace un par de semanas para desearle un feliz viaje a Armenia.

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