Los alumnos de Ciencias e Ingenierías no hacen en clase lo que tú piensas...

Un esutudio publicado en Science concluye que más del 55 por ciento del contenido de las clases de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) consistían básicamente en impartir conferencias que olvidan la participación del alumno, un estilo que los expertos han calificado como el menos efectivo a la hora de enseñar

J. G. Stegmann

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Los imaginamos haciendo cálculos, creando robots o haciendo trabajos y disertaciones en grupo...Todo ello menos escuchar el sermón de un profesor. Es lo que se supone que hacen los alumnos universitarios que han optado por las carreras STEM. Acrónimo que, en inglés, agrupa a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas .

Sin embargo, un gran estudio de la Universidad de Nebraska publicado este jueves en Science dice lo contrario. Después de observar a cerca de 550 profesores universitarios mientras enseñaban en más de 700 cursos de 25 instituciones de Canadá y Estados Unidos , los investigadores concluyeron que más del 55 por ciento de las clases de STEM consistían básicamente en conferencias, un estilo que los expertos han calificado como el menos efectivo a la hora de enseñar y atraer a los alumnos.

Otro 27 por ciento de los profesores analizados ofreció conferencias interactivas en las que los estudiantes participaban en algunas actividades grupales o respondían preguntas de opción múltiple. Solo el 18 por ciento optó por un estilo centrado en el estudiante. En total, se analizaron más de 2.000 clases universitarias.

«Clave del desarrollo económico»

Las disciplinas STEM son consideradas por la OCDE como « clave del desarrollo económico y la innovación ». En España hay una clara apuesta por ellas, tanto de parte de los alumnos como de las empresas. De hecho, la CEOE pidió más protagonismo de las STEM en el sistema educativo por considerarlas cruciales para el empleo de nuestro país.

De acuerdo a un estudio de la OCDE publicado el año pasado , un 26 por ciento de los de los graduados de educación terciaria en España obtuvieron una titulación en estas disciplinas. Es uno de los porcentajes más altos de todos los países que integran la OCDE (la media es del 23 por ciento). Nuestro país supera incluso a potencias educativas como Finlandia, Suiza, Suecia Francia o Estados Unidos . Sin embargo, el estudio no ha analizado si dentro de las aulas los alumnos reciben técnicas de aprendizaje didácticas o solo escuchan conferencias.

«Hay una enorme cantidad de trabajo que ha demostrado que las estrategias centradas en el estudiante mejoran el aprendizaje y las actitudes de los estudiantes hacia la ciencia», dijo Stains, autor principal del estudio publicado en «Science» y profesor asociado de química en Nebraska. «No solo la entiendan mejor, además, desarrollan más aprecio por la ciencia. Le pierden el miedo y se relacionan más fácilmente con ella ». Stains lanza una pregunta obvia: «Si se sabe que la estrategia de las conferencias no es la correcta, ¿por qué se sigue haciendo así?».

Clases pequeñas y diseños abiertos

Según el estudio, una explicación posible es la falta de capacitación necesaria para aprovechar las clases pequeñas, los diseños abiertos de aulas y otras estrategias destinadas a reducir la dependencia con las conferencias convencionales .

Según el estudio, las clases convencionales se produjeron con menos frecuencia en las clases pequeñas mientras que los diseños abiertos se relacionaron con un mayor aprendizaje centrado en el estudiante. Sin embargo, en alrededor de la mitad de los cursos con estas ventajas aún se impartían clases más convencionales que los estilos de enseñanza interactivos o centrados en el alumno .

Los estudios realizados previamente sobre las enseñanzas en STEM han girado en torno a lo que los propios profesores aseguraban sobre sus clases. Aunque los datos resultantes han demostrado ser valiosos, señala Stains, los fallos de la memoria y la percepción humana han hecho que lo que aseguraban los profesores no siempre se corresponda con la realidad.

«Las encuestas y los autoinformes son útiles para conocer las percepciones de los profesores acerca lo que están haciendo. Si me preguntas cómo enseño, podría decirte: " Dedico el 50 por ciento de mi clase a que los alumnos hablen entre sí ". Pero cuando vayas a mi clase y observes, probablemente ese porcentaje se reduzca al 30 por ciento . Nuestra percepción no siempre es precisa», concluye Stains.

Para obtener datos reales, el equipo de investigación de la Universidad de Nebraska decidió supervisar las clases de STEM con un protocolo de uso común en el que se tomaron en cuenta muchos tipos de comportamiento del estudiante y del profesor durante un intervalo de tiempo de dos minutos a lo largo de una clase. El análisis tuvo en cuenta la prevalencia de esos comportamientos y eso permitió al equipo identificar siete perfiles de instrucción, que luego se clasificaron en tres amplios estilos de enseñanza.

Esos esfuerzos también llevaron al desarrollo de una aplicación que ejecuta los mismos análisis realizados en el estudio y que, por lo tanto, podrán ser usados por las universidades para evaluarse a sí mismas . «Las personas pueden hacer sus propias mediciones y decir: "Aquí es donde nos encontramos. Aquí es donde queremos ir"».

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