Coronavirus

Alemania concederá privilegios a los ciudadanos vacunados

En el país sigue cerrado el ocio, la gastronomía, la cultura y parcialmente el comercio, al que solo se puede acceder con cita previa y un test negativo

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Certificado de vacunación que se reparte en Alemania AFP

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El discurso del gobierno alemán ha girado en seco en las últimas semanas. Del alineamiento sin fisuras inicial al dictamen del Consejo Ético, que en abril rechazó cualquier trato especial a personas vacunadas, se ha pasado al anuncio del ministro de Sanidad, Jens Spahn, de un régimen de libertades diferentes para quienes hayan recibido ya la vacuna . El Consejo Ético está formado por 26 miembros propuestos en partes iguales por el gobierno federal y el Bundestag, nombrados por el presidente del Bundestag e integrado por expertos en áreas del derecho, la medicina y la filosofía. Asesora al parlamento en cuestiones éticas y refuerza la libertad de conciencia de los diputados. En su opinión, «sería ilícito negar los mismos derechos a personas que todavía no se han podido vacunar» y «cuando se haya alcanzado una oferta amplia de vacunas, las restricciones deben ser retiradas para todos los ciudadanos por igual», según su presidenta, Alena Buyx. Pero lo último que ha dicho Spahn al respecto es que «cualquiera que esté vacunado podrá visitar los comercios o las peluquerías sin más test» y disfrutarán de mayor libertad de movimientos. Esta será la propuesta que lleve a la próxima reunión del «Consejo de Presidentes», que incluye al gobierno federal y a los presidentes de los Bundesländer: «Que los ciudadanos vacunados sean tratados como quienes acaban de dar negativo en un test ».

En Alemania, donde sigue cerrado el ocio, la gastronomía, la cultura y parcialmente el comercio, al que solo se puede acceder con cita previa y un test negativo realizado en las últimas 48 horas, no hay planes todavía para una desescalada. Solamente los colegios han sido abiertos y han recuperado una normalidad relativa, amparados en el reparto de dos test rápidos gratuitos para cada alumno por semana y en la vacunación de profesorado. La canciller Merkel insiste en que no es momento de reaperturas y que «nos encontramos ante una nueva pandemia» debido a las mutaciones del virus, «mucho más contagiosas y mucho más mortíferas», de manera que la primavera se presenta sujeta a duras restricciones, excepto para los vacunados.

El ministro Spahn se basa para justificar esta estrategia, en los informes elaborados por el Instituto Robert Koch (RKI), que está de acuerdo con que quienes hayan recibido la vacunación completa «ya no tendrán que someterse a cuarentenas».

Responsable de coordinar la lucha contra la pandemia en Alemania, el RKI destaca en su último informe enviado al Ministerio de Sanidad que «según los conocimientos actuales, el riesgo de transmisión del virus por personas que se encuentran completamente vacunadas es, lo más tarde quince días después de administrada la segunda dosis, menor que con personas asintomáticas que dan negativo en un test de antígenos». Este informe ha sido enviado también a los gobiernos de los 16 estados federados y el ministro Spahn ha admitido que, si las medidas en vigor consiguen frenar y romper la ola actual de la pandemia en este país, el informe elaborado por el RKI sobre los vacunados será tenido en cuenta en las próximas conversaciones entre el gobierno federal y los ejecutivos regionales.

Cambio de criterio

El mismo Spahn se había pronunciado anteriormente en contra de cualquier tipo de privilegio para los vacunados. «Muchos esperan solidariamente para que algunos sean vacunados en primer lugar. Y los todavía no vacunados esperan a su vez que los vacunados se muestren también solidariamente pacientes. Nadie debe exigir privilegios hasta que todos tengan la oportunidad de vacunarse», dijo el pasado mes de diciembre el político cristianodemócrata. Pero en el gobierno federal alemán pesa progresivamente más la visión socialdemócrata del asunto. El diputado del SPD y epidemiólogo Karl Lauterbach, portavoz de su partido en asuntos sanitarios, ha expresado reiteradamente su apoyo a la propuesta de Spahn, ya que «se ha demostrado que los vacunados rarísima vez se contagian y probablemente son incapaces de transmitir el virus a los demás». Lauterbach lleva semanas insistiendo en que las libertades solo podrán ser devueltas a quienes hayan completado su vacunación. «En el caso de que los datos científicos se confirmen, los vacunados deben poder recuperar todos sus derechos», ha asentido por su parte el jefe del grupo parlamentario de Die Linke (La Izquierda), Dietmar Bartsch. Todos ellos, sin embargo, están de acuerdo en que las personas vacunadas tendrán que seguir guardando la distancia de seguridad y llevando mascarilla en zonas concurridas o espacios cerrados, como el resto de la población. «Porque tanto el test diario como la vacunación completa reducen significativamente el riesgo de infección, pero no brindan un 100% de seguridad contra otros», ha admitido el ministro Jens Spahn.

Solamente el partido antieuropeo y considerado de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) ha rechazado el proyecto de devolver sus libertades solamente a los vacunados. Su jefa del grupo parlamentario, Alice Weidel, ha declarado que la medida supondrá «estigmatizar a quienes no se han podido todavía vacunar o se niegan a hacerlo» y ha valorado que «supone, de hecho, una imposición de la vacuna».

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