Las BRIF nacieron en 1992 como unidades de apoyo
Las BRIF nacieron en 1992 como unidades de apoyo - abc

Tragsa critica la huelga de las brigadas forestales en la época de «más incendios»

La empresa ofrece diálogo, pero asegura que sus trabajadores disfrutan de las «mejores condiciones dentro del sector» y descarta incrementos salariales

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La empresa responsable de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales ( BRIF), Tragsa, se ha mostrado abierta al diálogo con los trabajadores de esta unidad, en huelga indefinida desde este lunes, y ha asegurado que hay posibles «puntos de encuentro» en la negociación, aunque ha negado la posibilidad de un incremento salarial.

Tras varios días en boca de los medios de comunicación, el Director de Recursos Humanos de Tragsa, Jorge Hernández Marijuan, ha querido comparecer este martes para expresar el punto de vista de la empresa sobre esta polémica huelga –la cuarta desde 2008 pero la primera convocada de forma indefinida y en temporada de incendios–.

Unas condiciones laborales óptimas

Hernández ha recordado que desde su nacimiento el colectivo no ha conocido sino mejoras en sus condiciones laborales.

Creadas como un grupo de apoyo que apenas trabajaba tres meses al año a base de contratos temporales, desde el 2011 –año en que las BRIF fueron incluidas en un anexo del Convenio Colectivo de Tragsa– «el 90% de estos trabajdores disfrutan de un contrato fijo discontinuo que dura prácticamente todo el año».

Además, en palabras de Hernández, «los salarios de estos empleados se mueven en la misma línea que los de otros trabajadores de su sector» disfrutando, eso sí, de «prestaciones extra» y «los mejores seguros». A modo de ejemplo, el responsable de Recursos Humanos de la compañía ha recordado que en caso de enfermedad común –y «no solo accidente laboral»– la empresa paga el 100% del salario a sus empleados.

Nueva división de trabajo

En cuanto a las negociaciones, ha informado de que ya se han producido más de una decena de reuniones con representantes del colectivo en las que, constata, «se han intercambiado opiniones y puntos de vista». Con todo, la empresa considera que existen avances en determinados puntos.

Uno de ellos es el reconocimiento de una segunda actividad. En otras palabras: aquellos trabajadores que «por razones físicas o médicas» no se encuentren en condiciones de acudir a un incendio no quedarán desamparados sino que podrán dedicarse a «labores de logística» como son el mantenimiento o la reparación de máquinas.

Las discrepancias

En el lado opuesto se encuentran aquellos aspectos en los más discrepan colectivo y empresa. Dos buenos ejemplos son la aplicación de coeficientes reductores a la edad de jubilación y el reconocimiento de la categoría de bombero forestal. Ante estas reivindicaciones, Hernández recuerda que Tragsa no tiene competencias en ninguna de las materias. La primera le corresponde al Ministerio de Empleo y Asuntos Sociales; la segunda, «sencillamente no es posible» porque, con la excepción de Extremadura, «dicha categoría no existe en España».

Otra petición del colectivo –y «el punto más problemático»– son mejoras salariales. En la misma línea, el que ha sido hoy portavoz de Tragsa insiste en que la suya es una empresa mercantil pública y no privada que, por consiguiente, está sujeta a lo estipulado por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Esta, con sus restricciones, hace que en 2015 «no resulte viable ningún tipo de incremento».

En 2016 y años venideros, detalla, «esta ley será asimismo el marco en el que la empresa podrá moverse para plantear incrementos retributivos».

«Acuerdos razonables»

Tras su exposición, Jorge Hernández ha concluido que «no tiene coherencia lo que las BRIF están reclamando en plena ola de calor y en una temporada de mayor incidencia de incendios». Es más, recuerda que Tragsa acumula una larga temporada de pérdidas y pese a ello está haciendo un «esfuerzo enorme» por salir adelante.

En lo que respecta a los servicios mínimos, en el día de ayer se situaron en el 54% en horario de mañana y en el 75% por la tarde –cuando hay mayor riesgo de incendios–. Hernández se enorgullece de su buen funcionamiento: «Tan solo se ha producido algún acto vandálico, como pintadas en las puertas de los helicópteros que incluso los negociadores de las propias BRIF reprueban».

Ahora Hernández y los suyos están a la espera de nuevas reuniones y una propuesta por parte de las Brigadas. La empresa ya se aplicó el cuento al presentar la suya en la última reunión que ambas partes mantuvieron el pasado 25 de julio.

Por último, ha recordado que Tragsa es una empresa que posee «capacidad de diálogo» y «voluntad de alcanzar acuerdos», pero acuerdos «razonables y no lesivos para el futuro».

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