El ejercicio reduce la mortalidad cardiovascular o por cualquier causa
El ejercicio reduce la mortalidad cardiovascular o por cualquier causa - WIKIMEDIA
ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR

La práctica regular, aun mínima, de ejercicio prolongará su vida

Cualquier cantidad e intensidad de ejercicio es mejor que el sedentarismo, no existiendo ningún límite en el que la actividad física acabe siendo perjudicial

MADRID Actualizado: Guardar
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Es cierto que el ejercicio físico puede conllevar efectos nocivos para la salud cuando se practica en exceso y sin la preparación adecuada. Sin embargo, los perjuicios son aún mayores cuando no se lleva a cabo ningún ejercicio. Y es que como recuerda la Asociación Americana de Cardiología (ACC) en un nuevo artículo, la práctica mínima de ejercicio, como sería incluso permanecer de pie, se asocia con un menor riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Además, cuanto mayor es la intensidad del ejercicio mayor es a su vez la reducción del riesgo de muerte por causas cardiovasculares.

Como destaca Valentín Fuster, editor de la revista « Journal of the American College of Cardiology», en la que se publica este nuevo artículo, «el mayor beneficio es, simplemente y con independencia de su intensidad, practicar ejercicio.

Y por el contrario, hay dos peligros: no practicar ningún ejercicio, o excederse en su intensidad sin la debida preparación».

Tal es así que, como recuerda la ACC en su trabajo, «la mayoría de los ciudadanos de los países desarrollados no debería preocuparse por el daño potencial que puede ocasionar el ejercicio, sino más bien por la falta de ejercicio en sus vidas».

Mejor que no hacer nada

En su artículo, la ACC vuelve a revisar los estudios llevados a cabo para identificar qué cantidad de ejercicio aeróbico, y en qué intensidad, debe llevarse a cabo para mantener una buena salud cardiovascular. Es más; dada la proliferación de las carreras de resistencia –caso de las maratones–, el trabajo también analizó si realmente existe una cantidad de ejercicio que aumente el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Concretamente, la ACC recomendó en su Guía de Actividad Física de 2008 la práctica de 150 minutos semanales de ejercicio moderado o de 75 minutos semanales de ejercicio intenso. Sin embargo, la nueva revisión indica que incluso en cantidades inferiores –es decir, menos minutos semanales tanto de ejercicio moderado como intenso–, la reducción del riesgo de mortalidad cardiovascular sigue siendo muy significativa.

Los medios de comunicación han adoptado la idea, errónea, de que el ejercicio pude dañar el corazón
Michael Scott Emery

Como explica la ACC, «comparada frente a la inactividad, cualquier cantidad de ejercicio físico moderado o intenso conlleva una reducción notable de la mortalidad, ya sea cardiovascular o por cualquier otra causa».

No hay exceso ‘malo’

Y el exceso de ejercicio aeróbico, ¿resulta en realidad perjudicial para la salud cardiovascular? La respuesta, contrariamente a lo ‘sugerido’ por algunos estudios, es un rotundo no. Y es que como apunta la ACC, «si bien la posibilidad de que el exceso de ejercicio físico resulte perjudicial es digna de ser investigada, los resultados con los que contamos muestra que incluso en los atletas de resistencia, ciertamente activos durante todas sus vidas, los beneficios del ejercicio superan claramente los riesgos».

En palabras de Michael Scott Emery, co-autor del artículo, «los medios de comunicación han adoptado la idea de que el ejercicio pude dañar el corazón. Y al extender este mensaje, han desviado la atención sobre los beneficios del ejercicio como potente método para la prevención primaria y secundaria de las cardiopatías».

Mayor en pacientes

¿Y qué sucede en el caso específico de los pacientes que ya han desarrollado una enfermedad cardiovascular? Pues simplemente, que el ejercicio también salva vidas. Sin embargo, los pacientes no parecen conscientes de este beneficio, dado que como muestra un estudio incluido en el artículo, solo un 23% de los pacientes infartados a los que se prescribe rehabilitación cardiaca acude a más de una sesión –y solo el 5,4% completan más de 36 sesiones.

Como concluye Michael Scott Emery, «las evidencias actualmente disponibles deben alentar a los médicos a recomendar encarecidamente la práctica de ejercicio leve o moderado para la mayoría de nuestros pacientes. Y asimismo, deben considerarse igualmente importantes todas aquellas iniciativas que promuevan la salud de la población a través de la actividad física a lo largo de toda la vida».

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