Las vacaciones, que no el colegio, son responsables de la elevada tasa de obesidad infantil

El 10% de los niños españoles son obesos y hasta un 20% padece sobrepeso. Es decir, el 30% de la población infantil de nuestro país tiene un mayor riesgo de desarrollar, aun en su etapa adulta, enfermedades potencialmente mortales como las cardiovasculares, la diabetes y hasta ocho tipos de cáncer. ¿Y qué se puede hacer para paliar esta situación? Pues además de asegurar una alimentación más saludable en la infancia, promover una mayor actividad física entre los menores. Sin embargo, quizás esta responsabilidad no deba recaer tanto en las autoridades sanitarias o educativas como en los propios padres. Y es que según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Texas en Austin (EE.UU.), la ganancia de peso en los niños y, por tanto, el consecuente aumento de la tasa de obesidad infantil, es un fenómeno que tiene lugar durante las vacaciones de verano, que no durante el periodo escolar.

O así sucede, cuando menos, en Estados Unidos.

Como explica Paul von Hippel, director de esta investigación publicada en la revista « Obesity», «me gustaría poder decir que los cambios introducidos en las escuelas estadounidenses en la última década han ayudado a reducir la obesidad, pero no ha sido así. Los colegios nunca han tenido una gran culpa en la obesidad infantil. Lo que estamos viendo hoy en día en las escuelas de educación primaria es lo mismo que ya observamos en el periodo 1998-2000: los niños están ganando índice de masa corporal (IMC) en tasas saludables durante el año escolar y luego comienzan a ganar sobrepeso cuando el colegio termina».

El peso del verano

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron el IMC y la prevalencia de obesidad en una muestra representativa de 18.710 niños estadounidenses desde que iniciaron su último año de guardería en 2010 hasta su segundo año de educación primaria en 2013. Y lo que observaron es que al finalizar este período, la prevalencia de sobrepeso pasó de un 23,3% a un 28,7%, mientras que la de obesidad se elevó de un 8,9% a un 11,5%. Es decir, el porcentaje de niños con exceso de peso aumentó según fueron crecieron, siendo superior a la edad de 8 años que a la de 5.

Pero aún hay más. Los autores analizaron si este incremento del peso tuvo lugar durante el año escolar o durante las vacaciones estivales. Y de acuerdo con los resultados, la prevalencia de sobrepeso no se modificó durante la época de clases. De hecho, la prevalencia de obesidad se redujo ligeramente durante las mismas.

Por el contrario, la tasa de exceso de peso infantil aumentó significativamente durante el periodo vacacional veraniego. Es decir, parece que los principales factores de riesgo de sobrepeso u obesidad en la niñez se encuentran fuera de los colegios.

Tal es así que como refiere Paul von Hippel, «no podremos avanzar en este problema si continuamos centrándonos en la alimentación y los programas de educación física de los niños solo cuando se encuentran en el colegio».

Educar a los padres

En definitiva, parece que los colegios, cuando menos en Estados Unidos, cumplen su cometido en la lucha frente a la obesidad infantil. El problema es que cuando el curso termina, el peso de los niños se desmadra.

Como concluye el director de la investigación, «los programas escolares deberían tratar de cambiar los hábitos de los niños no solo cuando se están en el colegio, sino también cuando están fuera de él. Además, necesitamos un mayor esfuerzo para limitar la publicidad sobre alimentación dirigida directamente a los niños, promover las actividades extraescolares como los campamentos de verano y educar a los padres sobre nutrición».