Niño con autismo
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ATUISMO

Los niños con autismo tienen un riesgo mucho de mayor de muerte por lesiones

Los niños con TEA son 160 veces más propensos a morir a causa de un ahogamiento que la población pediátrica general

MADRID Actualizado: Guardar
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Las muertes en individuos con autismo aumentaron un 700% en los últimos 16 años y fueron tres veces más probables que en la población general de ser provocadas por lesiones, según concluye un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos (EE.UU.) y publicado en la revista « American Journal of Public Health».

Concretamente, el estudio muestra que la edad promedio de fallecimiento de los individuos con autismo fue 36 años menor que la de la población general –36 frente a 72 años–. Y asimismo, que hasta un 28% de los decesos en las personas con autismo se atribuyeron a lesiones, sobre todo por asfixia, seguida de sofocación y ahogamiento.

De hecho, estas tres causas representan en conjunto cerca del 80% de la mortalidad por lesiones en niños con autismo. Más del 40% ocurrió en hogares o instituciones residenciales.

Como explica Guohua Li, director de la investigación, «si bien un estudio anterior ya había informado de una mayor tasa de mortalidad general en las personas con autismo, hasta ahora la mortalidad por lesiones en la población con trastornos del espectro autista (TEA) se había estudiado poco. Y en este contexto, y a pesar del marcado aumento en el número anual de muertes, los fallecimientos relacionados con el autismo todavía pueden ser notablemente infranotificados, particularmente las muertes por lesiones intencionales como asaltos y homicidios».

Riesgo de ahogamiento

Para llevar a cabo el estudio, los autores realizaron una revisión de 32 millones de muertes certificadas por el Sistema Nacional de Estadística Vital de Estados Unidos y se centraron en 1.367 individuos –1.043 varones y 324 mujeres– que, diagnosticadas de TEA, habían fallecido entre los años 1999 y 2014 –período en el que la cifra anual de muertes documentadas para las personas con un diagnóstico de TEA ha crecido cerca de siete veces.

Como indica Joseph Guan, co-autor de la investigación, «nuestro estudio se limitó a los datos del certificado de defunción. Aunque los números son sorprendentes, el autismo como una causa contribuyente de muerte está probablemente mal contabilizado debido a que la exactitud de la información sobre los certificados de defunción presentados por los forenses es muy variable».

Dado el riesgo mucho mayor de ahogamiento de los niños con autismo, debería ser una intervención de máxima prioridad que reciban clases de natación
Guohua Li

Entre otros resultados, el estudio revela que los niños con autismo son 160 veces más propensos a morir de ahogamiento que la población pediátrica en general.

Como refiere Guohua Li, «vagar es un comportamiento autista común, y muchos niños con autismo tienen una afinidad por las masas de agua. Dados sus problemas de comunicación y habilidades sociales, los niños autistas tienden a buscar alivio a su ansiedad aumentada en la serenidad de los cuerpos de agua. Desafortunadamente, este comportamiento a menudo conduce a tragedias».

Por ello, concluye el director de la investigación, «dado el excepcionalmente mayor riesgo de ahogamiento de los niños con autismo, debería ser una intervención de máxima prioridad que reciban clases de natación. Una vez que un niño es diagnosticado con autismo, por lo general entre los dos y tres años de edad, los pediatras y los padres deben ayudarles matriculándole inmediatamente a en clases de natación, antes de cualquier terapia conductual, terapia del habla o terapia ocupacional. La capacidad de nadar en los niños con autismo es una habilidad imperiosa de supervivencia».

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