Lupus eritematoso sistémico
Lupus eritematoso sistémico - WIKIPEDIA
LUPUS

Identificada una diana terapéutica que podría curar los síntomas del lupus

La falta de la enzima que degrada el ADN vertido en la sangre da lugar a la inflamación que explica la sintomatología asociada al lupus

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A día de hoy conviven en nuestro país cerca de 40.000 personas con lupus, enfermedad crónica autoinmune caracterizada fundamentalmente por la inflamación y daño de distintos órganos –entre otros, las articulaciones y los músculos–. Una enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres y para la cual los tratamientos, lejos de ofrecer una cura, se limitan al alivio de los síntomas. Y es que como sucede con la inmensa mayoría, cuando no todas, de las enfermedades autoinmunes, las causas por las que se produce el lupus aún permanecen desconocidas. Sin embargo, investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York (EE.UU.) han identificado la posible causa por la que se produce la inflamación en el lupus, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos.

Como explica Boris Reizis, director de esta investigación publicada en la revista « Cell», «nuestro trabajo revela un nuevo mecanismo que podría ser aprovechado para el desarrollo de terapias biológicas para el lupus y otras enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario actúa erróneamente frente a las propias células del organismo».

ADN circulante e ‘inflamatorio’

Cuando una célula muere, el organismo degrada todos sus componentes y los recicla. También el ADN celular, para el cual existe una enzima llamada ‘DNAsa 1L3’ que se encarga de digerir este ADN y descomponerlo en pequeñas partículas para su posterior reutilización.

El problema, como muestra el nuevo estudio, tiene lugar cuando esta DNAsa 1L3 se encuentra ausente o es incapaz de llevar a cabo su función. Y es que en estas situaciones, y dado que no es degradado, el ADN vertido en el torrente circulatorio provoca una respuesta inmune: el sistema inmunitario produce anticuerpos que se unen al ADN para formar complejos moleculares que se acaban depositando en las paredes de los vasos sanguíneos y los tejidos y causan su inflamación.

En los últimos 50 años se han logrado muy pocos avances en el tratamiento del lupus
Boris Reizis

Y, exactamente, ¿qué consecuencias tiene esta inflamación? Pues entre otros efectos perniciosos, provoca daños en los vasos sanguíneos, la piel, las articulaciones y los riñones. O lo que es lo mismo, algunos de los síntomas más comunes del lupus eritomatoso sistémico (LES), el tipo más agresivo de lupus.

Así, y con objeto de probar su teoría, los investigadores diseñaron un modelo animal –ratones– genéticamente modificado para no expresar la enzima DNAsa 1L3. Y lo que observaron es que los animales, además de producir una gran cantidad de anticuerpos frente al ADN disperso en el torrente sanguíneo, presentaban unos niveles elevados de inflamación en sus riñones.

Medio siglo sin avances

Es más; como apunta Boris Reizis, «en nuestro estudio también confirmamos que los pacientes cuya DNAsa 1L3 estaba ausente o no funcionaba correctamente tenían una gran abundancia de ADN circulante y desarrollaban anticuerpos frente a este ADN, así como que estos anticuerpos se encuentran presentes en la mayoría de tipos de lupus».

En definitiva, concluye el director de la investigación, «nuestros resultados abren una puerta para el desarrollo de tratamientos potenciales, incluida la posibilidad de administrar la enzima DNAsa 1L3 como si fuera un fármaco. Y es que el desarrollo de nuevos tratamientos frente al lupus no es ya una necesidad, sino una urgencia. No en vano, en los últimos 50 años se han logrado muy pocos avances en el tratamiento de la enfermedad y los fármacos utilizados tradicionalmente por los pacientes son muy mal tolerados».

Ver los comentarios