Cáncer de ovario
Cáncer de ovario - WIKIPEDIA
CÁNCER DE OVARIO

Desarrollada una técnica de imagen para detectar los tumores de ovario ‘ocultos’

El uso de un nuevo agente de contraste posibilita la extirpación de un 29% de tumores adicionales que no son visibles o palpables para los cirujanos

MADRID Actualizado: Guardar
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El cáncer de ovario es, tras los de mama, colorrectal y endometrio, el cuarto tipo de tumor más frecuente en la población femenina. No en vano, cada año se diagnostican cerca de 250.000 nuevos casos de cáncer de ovario en todo el mundo –y en torno a 3.300 en nuestro país–. Sin embargo, y dado que no se acompaña de ningún síntoma específico, los tumores suelen ser diagnosticado cuando la enfermedad ya se encuentra en una fase avanzada, por lo que el tratamiento más indicado es su extirpación. El problema es que, además de una masa tumoral principal, el cáncer suele cursar con tumores adicionales que solo pueden ser detectados una vez se ha iniciado la operación. Es decir, los cirujanos no deben tener solo una gran pericia quirúrgica, sino también una gran agudeza visual o un tacto muy sensible.

De ahí la importancia de un nuevo estudio dirigido por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos), en el que se describe una nueva técnica de imagen que facilita, y mucho, la detección de estos tumores de ovario ‘ocultos’.

Concretamente, el estudio, publicado en la revista « Clinical Cancer Research», muestra la eficacia de un nuevo agente fluorescente denominado ‘OTL38’ en la detección del cáncer de ovario en humanos. Y es que este ‘OTL38’, en el que se conjugan un colorante fluorescente cercano a los infrarrojos y un análogo de folato, es muy eficiente a la hora de unirse al receptor de folato alfa (FRα), tipo de receptor que se expresa en más del 90% de los tumores de ovario pero que no tiene apenas presencia en los tumores sanos.

Como explica Alexander L. Vahrmeijer, director de la investigación, «la cirugía constituye el tratamiento más importante en el cáncer de ovario y, por lo general, los cirujanos tienen que basarse en su vista para identificar el tejido tumoral, lo que no resulta para nada óptimo. Y según nuestros resultados, la imagen por fluorescencia cercana al infrarrojo se presenta como una nueva técnica que puede ayudar a los cirujanos a mejorar la visualización de los tumores durante la operación».

Tumores al ‘descubierto’

Una vez constatada la seguridad del uso del agente fluorescente ‘OTL38’ en un estudio previo con voluntarios sanos, los autores evaluaron su eficacia a la hora de detectar los tumores no visibles o palpables durante la cirugía en 12 pacientes diagnosticadas de cáncer de ovario.

De acuerdo con los resultados, el agente ‘OTL38’ se acumuló en los tumores FRα-positivos y en las metástasis, lo que permitió a los cirujanos la extirpación de hasta un 29% más de tumores de ovario que, de otra manera, hubieran permanecido ‘ocultos’.

Nuestra técnica de imagen puede ayudar a los cirujanos a mejorar la visualización de los tumores durante la operación
Alexander Vahrmeijer

Como destaca Alexander Vahrmeijer, «el empleo en nuestro estudio de un agente fluorescente tumor-específico y de un sistema de imagen permitió la detección de una señal fluorescente en los tumores y en tiempo real durante un procedimiento quirúrgico denominado ‘citorreducción’. Y gracias a esta detección se logró la extirpación de lesiones tumorales adicionales que no resultaban visibles a los ojos de los cirujanos. La principal ventaja de la luz fluorescente cercana al infrarrojo es que puede penetrar varios centímetros en el tejido, lo que permite a los cirujanos visualizar los tumores que se encuentra bajo la superficie tisular a través de un sistema de imagen».

Menos cáncer, mayor supervivencia

Y la posibilidad de extirpación de un mayor número de tumores, ¿supone una mejora en la supervivencia de los pacientes de cáncer de mama? Pues como dicta la lógica, debe esperarse que sí, pero aún hacen falta más estudios para confirmarlo.

Como concluye Alexander Vahrmeijer, «una limitación de nuestro trabajo es que aún no podemos asegurar qué impacto tendrá nuestra técnica en la cura o supervivencia de las pacientes. Es razonablemente plausible asumir que la extirpación de una mayor cantidad de masa tumoral se traducirá en una mejora de la supervivencia. Sin embargo, se requiere la realización de estudios a largo plazo con muestras más grandes de pacientes para probar este efecto».

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