Paciente con apnea obstructiva del sueño
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APNEA DEL SUEÑO

Confirmado: la CPAP mejora la calidad de vida de los pacientes con apnea del sueño

Sin embargo, no previene el desarrollo de problemas cardiovasculares graves en pacientes con enfermedad cardio o cerebrovascular establecida

MADRID Actualizado: Guardar
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La apnea obstructiva del sueño es un trastorno caracterizado por interrupciones continuas de la respiración durante el sueño debidas a una falta de oxígeno. Un trastorno que padece cerca de un 6% de la población mundial, sobre todo varones –la incidencia es más de dos veces superior en la población masculina– y que, lejos de limitarse a un empeoramiento de la calidad del descanso de los afectados, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades, caso del cáncer y, muy especialmente, de las cardiovasculares –entre otras, la hipertensión arterial, el infarto de miocardio y el ictus–. De ahí la importancia de los dispositivos de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP), que a través de una ‘mascarilla’ insufla aire y mantiene abiertas las vías respiratorias superiores, facilitando así la respiración y el reposo de los pacientes.

Sin embargo, un nuevo estudio internacional llevado a cabo con la participación de investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), concluye que el tratamiento con CPAP no previene los problemas cardiovasculares graves de pacientes con apnea de sueño.

Como explica Ferrán Barbé, co-autor de esta investigación publicada en la revista « The New England Journal of Medicine», «son necesarios más estudios para establecer definitivamente el papel del tratamiento con CPAP en la prevención cardiovascular secundaria en pacientes con apnea del sueño».

Incidencia creciente

Para llevar a cabo el estudio, los autores contaron con la participación de 2.717 adultos, en su mayoría varones, con edades comprendidas entre los 45 y los 75 años y diagnosticados de apnea del sueño moderada o grave y enfermedad coronaria o cerebrovascular.

De acuerdo con un criterio totalmente aleatorio, los participantes fueron seleccionados para recibir tratamiento con CPAP o la aplicación de las medidas de seguimiento habituales de la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, y con independencia de la terapia recibida, el efecto final sobre la salud cardiovascular resultó prácticamente similar para ambos grupos. No en vano, y transcurrida una mediana de seguimiento de 3,7 años, la incidencia de complicaciones cardiovasculares graves, caso de la mortalidad por infarto de miocardio o ictus o la hospitalización por angina inestable, insuficiencia cardiaca o ataque isquémico transitorio, se estableció en un 17% en los pacientes tratados con CPAP y en un 15,4% en los sometidos a terapia cardiovascular convencional.

Necesitamos más estudios para establecer el papel de la CPAP en la prevención cardiovascular secundaria en la apnea del sueño
Ferrán Barbé

Como concluyen los investigadores, «comparada frente a las medidas de seguimiento habituales de la enfermedad cardiovascular, la CPAP combinada con las medidas de cuidado convencionales no previenen los episodios cardiovasculares en pacientes con apnea del sueño moderada o grave y enfermedad cardiovascular establecida».

Un aspecto a tener en cuenta dada la creciente prevalencia en las dos últimas décadas de la apnea obstructiva del sueño, fundamentalmente por el notable crecimiento de la tasa de obesidad. Es más; como recuerdan los autores, «la apnea obstructiva del sueño es un trastorno común entre los pacientes con enfermedad cardiovascular, afectando a entre un 40% y un 60% de esta población».

Sin embargo, no todo son malas noticias. Los resultados del nuevo estudio confirman que la CPAP mejor la calidad de vida y el estado de ánimo de los afectados, a la par que reduce sus ronquidos y su somnolencia diaria.

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