Última palabra

El parricida de Arahal: «Si verdaderamente he sido yo, pido perdón a mi familia y a mi pueblo»

La defensa insiste en que el acusado de matar a su madre y su hermana «no estaba en sus cabales» por el consumo de drogas, como recoge un informe forense que las acusaciones han tratado de desvirtuar

El acusado de matar a su madre y su hermana en la primera sesión del juicio EP

Jesús Díaz

Juan Antonio P.B., quien ha sido juzgado esta semana por un jurado popular en la Audiencia de Sevilla como presunto autor de asesinar a su madre y a su hermana en su casa de Arahal en diciembre de 2016, ha hecho uso de su derecho a la última palabra al finalizar la sesión de este jueves: «Si verdaderamente he sido yo, quiero pedir perdón a las víctimas, a mi familia y a mi pueblo ».

De esta manera ha concluido la sesión de este jueves del juicio, que se reanudará el lunes con la entrega del objeto del veredicto a los miembros del jurado, quienes hoy han podido escuchar las conclusiones y los informes de las partes personadas en esta causa contra Juan Antonio P.B., acusado de asesinar a su hermana de 96 puñaladas en la medianoche del día 11 de diciembre. Después, se escondió en su casa a la espera de que llegara su madre de trabajar. Sobre las nueve de la mañana del 12 de diciembre, atacó a su madre sorpresivamente por la espalda a la entrada de la casa y le asestó 43 puñaladas .

Juan Antonio se atrincheró en su casa cerrando todas las puertas por el interior. Un hermano de él y un vecino tuvieron que acceder por la azotea. Hallaron el cuerpo sin vida de la madre y al acusado manchado de sangre en una habitación. Juan Antonio le relató, como después hiciera con agentes de la Policía Local, que había matado a «mamá y a la Mari -la hermana- ».

La Fiscalía ha modificado sus conclusiones antes de elevarlas a definitivas en base a la prueba practicada durante el juicio. Así, considera que no ha quedado probada la discusión previa entre la hermana y el agresor, ni el consumo de drogas. Por ello pide 23 años de cárcel por cada delito de asesinato y medidas accesorias para impedir que se acerque a dos de sus hermanos, que ejercen la acusación particular, y al pueblo de Arahal durante 33 años a cumplir desde que sea condenado. Las acusaciones particulares piden 24 años de prisión por cada muerte.

Más de 23 años de cárcel por cada muerte

La defensa, de su parte, ha insistido en pedir la libre absolución para su cliente alegando al eximente completa de drogadicción, y subsidiariamente la incompleta o atenuante de adicción, en base al informe forense presentado por esta parte en el que se concluye que Juan Antonio P.B. tenía abolidades sus capacidades en el momento de los hechos por el consumo de sustancias estupefacientes.

Precisamente, el informe forense ha sido el protagonista de los informes de las partes pues mientras la Fiscalía y las acusaciones han intentado desvirtuar su contenido que sólo se basa en las manifestaciones «durante una entrevista personal» del acusado, y desacreditar a los profesionales que lo realizaron, el abogado de la defensa ha resaltado que se trata de un análisis contundente y exhaustivo.

La fiscal ha recordado que el acusado nunca ha negado los hechos , que llegó a relatar inmediatamente a nueve personas, entre los que se encuentran el hermano, un vecino y agentes actuantes. Además, al juez instructor en Marchena.

Además, ha enfatizado que hubo voluntad de matar , como demuestran las puñaladas cometidas, que reflejan el ensañamiento , y la imposibilidad de defensa de las víctimas por el ataque sorpresivo, que evidencian la alevosía .

Las acusaciones rechazan que aquella noche el acusado consumiera cocaína: «Sabía lo que hacía»

La Fiscalía y las acusaciones han rechazado el consumo de drogas aquella noche que alega la defensa para restar responsabilidad a Juan Antonio en su acción. « Era un consumidor esporádico , no un toxicómano», ha afirmado la representante del Ministerio Público.

« Sabía lo que hacía », han señalado las acusaciones. Para la Fiscalía, «la maldad no tiene justificación. Las mató de forma cruel». Una de las defensas ha advertido al jurado de que la falta de memoria que el acusado evidenció durante su interrogatorio, donde sólo dijo no recordar nada, es una estrategia de defensa.

« No estaba en sus cabales » ha sido una afirmación repetida en varias ocasiones por la defensa en referencia a la situación que vivía su cliente durante las horas en las atacó de forma «salvaje e indiscriminada» a su madre y su hermana.

El informe final de la defensa, que no ha entrado en la autoría de los hechos, se ha centrado en la responsabilidad de Juan Antonio en los mismos, insistiendo en que tenía abolida sus capacidades. « No tenía capacidad de contro l».

Ha defendido la validez del informe forense, realizado por los profesionales designados por el tribunal y no impugnado en ningún momento por las partes. Las acusaciones hacen una interpretación «sesgada e interesada» de las conclusiones , que «son contundentes», según el abogado de la defensa, para quien el consumo de drogas aquella noche está acreditado en base a que había sangre en el monedero de la hermana, a la que supuestamente le robó dinero, en el humo concentrado en la vivienda y en las papelinas detectadas en la misma.

Igualmente, el abogado ha negado la alevosía porque las forenses que realizaron la autopsia dijeron que « las primeras heridas fueron de frente », y en su defensa, las víctimas cayeron boca abajo. Entonces, las apuñaló por la espalda, según ha añadido la defensa.

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