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De sangre y golpes, otros casos de secuestros entre narcos ocurridos en Cádiz

La tortura y asesinato del 'Pelón' por la Banda del Ojos entre Chiclana y Sanlúcar, o la muerte de un joven tras ser secuestrado y tirado a una cuneta en Chipiona, son otros episodios más de la crónica negra de la provincia relacionada con el tráfico de drogas

Tiroteo y secuestro en Sanlúcar: la brutal tortura a un marroquí por una «cuenta pendiente» entre narcos

Detención del líder de una banda que retuvo y torturó a un hombre en Sanlúcar. A. Vázquez
María Almagro

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Cuando en septiembre de 2017 la Audiencia de Cádiz acogió el juicio a la conocida como 'Banda del Ojos' decenas de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil blindaron toda la sede judicial. Los detenidos iban llegando a la vista en diferentes autobuses-celda, bajaban por separado y uno a uno eran llevados engrilletados a calabozos. La precaución era máxima. Se notaba. La tensión esta vez para los que frecuentamos ese espacio era diferente. La Audiencia acogía este juicio a uno de los grupos criminales más sanguinarios que jamás habían pasado por los juzgados gaditanos y por ello se preparó hasta un dispositivo especial de seguridad.

La banda liderada por Ismael 'El Ojos', formada por una decena de procesados, se enfrentaba a penas que superaban los 60 años por un ristra de delitos tras haber secuestrado, torturado, matado y mutilado a un vecino de Chiclana, al Pelón. Todo, porque se suponía que él sabía donde guardaba unos 400.000 euros que ellos buscaban.

Ahora, el suceso ocurrido este pasado lunes cuando de repente unos encapuchados taponaban la salida de otro vehículo en pleno centro de Sanlúcar y montaban a la fuerza a un hombre en una furgoneta recuerda a la perfección a otros tres capítulos recientes de la crónica negra de la provincia de Cádiz relacionados también con el narco y todo lo que le rodea. Por tanto, algo que tampoco es nuevo.

Uno de ellos es precisamente el asesinato del Pelón. Ocurrió en el verano de 2014 cuando Ismael, un antiguo butronero y también apodado 'el terror de Vallecas', decidió reclutar a gente de su confianza y 'bajar' desde Madrid a Cádiz para hacerse con el botín que sabía que guardaba la víctima, un vecino del Marquesado relacionado con el trapicheo y ese tipo de 'negocios'. Según estimó la sentencia, ya firme por el Supremo, llegaron unos días antes, trazaron un plan, lo buscaron y lo encontraron. Lo metieron en un coche al lado de su casa y en diferentes paradas entre Chiclana, El Puerto y Sanlúcar se ejecutó el crimen.

Entonces comenzaron los golpes y las puñaladas de heridas no muy profundas para evitar que se desangrara antes de tiempo, antes de que 'cantara'. Hasta que les llevó al botín. A parte del botín. Unos 60.000 euros que estaban metidos en una bolsa de plástico y enterrados debajo de un columpio en una casa de Sanlúcar (precisamente). Después de ocho horas de tortura, el martirio para David 'El Pelón' acabó. Le asestaron hasta catorce puñaladas y lo degollaron con un cable. Su cuerpo se encontró en un descampado en Puerto Real tan desfigurado que solo lo pudieron reconocer por sus tatuajes. Gracias a una trabajada investigación llena de pruebas que pudo incriminarles, sus asesinos fueron condenados a penas máximas: de los 63 a los 30 años de cárcel.

Tirados desde una furgoneta en marcha

Pero lo ocurrido este pasado lunes en la calle Molinillos de Sanlúcar también recuerda a otra historia salpicada por los mismos tintes violentos. La que en 2019 acabó con la vida de un vecino de Chipiona y malhirió a otros tres cuando también fueron retenidos y torturados en una casa por unos encapuchados que le proferían golpes y amenazas.

Esos agresores resultaron ser una banda extranjera que habían sido contratados para asestar otro ajuste de cuentas por la supuesta pérdida de un alijo de hachís. A todos ellos, tras torturarlos durante horas, los tiraban desde una furgoneta en marcha en una cuneta. Los autores, una banda de ciudadanos de origen francés y ascendencia africana, de una imponente corpulencia física, eran perseguidos y detenidos.

En marzo del pasado año se celebraba contra los seis procesados el juicio por estos hechos. Esta vista también contó con extremas medidas de seguridad. El jurado escuchaba entonces el escalofriante testimonio de las víctimas. «No sé si me daban con las armas o con puñetazos pero acabé con cinco o seis fracturas en la cabeza. A mí me metieron en un cuarto con cinta tapándome los ojos...No paraban de pegarnos, yo solo podía agachar la cabeza». Unas palabras que sobrecogieron por su dureza pero también por el miedo que aún tenían esas personas que, incluso, no quisieron dar muchas explicaciones más ante el juez y, más aún, teniendo de nuevo tan cerca a sus 'verdugos'.

Finalmente y tras la investigación desarrollada con numerosas pruebas, esta banda también fue condenada. Todos. El autor material de la muerte de Manuel, la víctima mortal, a 30 años de prisión.

Y por último lo ocurrido en Sanlúcar también trae a la memoria otro caso en el que las coacciones y la violencia se sumaron para ajustar cuentas. En esta ocasión también ocurrió en Sanlúcar donde un hombre fue retenido y 'paseado' a golpes por distintos lugares por otra banda que buscaba dinero procedente del narcotráfico.

Los acusados, liderados por un ciudadano saharaui residente en Sanlúcar, retuvieron durante el invierno de 2017 a la víctima, le taparon la cabeza con una bolsa de plástico y lo metieron en un maletero, después lo desnudaron, amenazaron con lanzarlo a un pozo, lo tiraron a una piscina helada... Todo mientras le golpeaban con extrema violencia. A su pareja le dispararon en una mano amenazándola. Buscaban unos 30.000 euros que al supuesto jefe le habían robado

Tras la celebración del juicio, la Audiencia de Cádiz sentenció a trece años de cárcel al cabecilla y respaldó así la investigación realizada por la agentes de la UDEV de la Policía Nacional y cuya tesis sostuvo siempre la Fiscalía.

Pero además de estos tres capítulos han existido más. Como el muerto por un balazo en la cabeza ejecutado por supuestos miembros de la mocro mafia y cuyo cuerpo fue encontrado en el verano de 2022 en un coche calcinado en Chiclana, o los habituales ajustes entre clanes en Jerez... o todas esas investigaciones que han terminado siempre conectando el mundo del narco con un sinfín de delitos de violencia añadidos. Nada nuevo. Desde el Estrecho hasta Sanlúcar y desde Cádiz capital hasta la Sierra. De punta a punta.

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