Tribunales

Nasser y su banda, condenados por raptar y torturar durante horas a un vecino de Sanlúcar

Los acusados retuvieron a la víctima, le taparon la cabeza con una bolsa de plástico y lo metieron en un maletero, después lo desnudaron. Todo mientras le golpeaban con extrema violencia. A su pareja le dispararon en una mano amenazándola. Buscaban unos 30.000 euros que al supuesto jefe le habían robado

La Audiencia de Cádiz sentencia a 13 años de prisión al cabecilla y respalda la investigación realizada por la Policía Nacional y cuya tesis sostenía la Fiscalía

Al banquillo por secuestrar y torturar a dos personas en Sanlúcar: «¡Dime dónde está el dinero, si no te corto el dedo!»

El principal inplicado, durante su detención por los agentes del GOES. A. Vázquez

M. Almagro

Los hechos que en una nueva sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz se dan como probados, es decir, lo que una vez juzgado se considera del todo cierto, acreditado, dibuja un escenario sádico, escalofriante. Un hombre al que varios individuos abordan, retienen, y meten en el maletero de un coche con una bolsa de plástico atada a la cabeza, al que amordazan, atan de pies y manos y luego tiran a una piscina, le obligan a desnudarse, le amenazan con echarlo a un pozo y mientras todo esto sucede le pegan golpes y más golpes, usan un palo con puntas metálicas y le apuntan en varias ocasiones con una pistola.

Además, durante esos días su pareja también es amenazada por unos hombres que irrumpen en su domicilio y que, entre gritos, acaban por dispararle en un brazo. Todo esto es cierto. Ocurrió en Sanlúcar y tras ser resuelto por la Policía Nacional después de una compleja investigación y haberse juzgado a sus presuntos autores a principios de este año, se acaba de emitir la sentencia. Fallo condenatorio para todos los implicados.

Así el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia de Cádiz cree probado que sobre el 20 de diciembre de 2017, una persona o varias se apoderaron de entre 30.000 mil y 40.000 mil euros que tenia el principal implicado, Nasser F. , condenado ya anteriormente por narcotráfico.

Este procesado sospechó que el dinero se lo había robado un conocido, el hermano de una exnovia, por lo que acompañado de otro hombre acudió a la casa de esta mujer para dar con él. Al llegar no lo encontraron pero sí se cruzaron con el que era la actual pareja de esta chica, J. A., y le pidieron que les llevara a un hotel donde supuestamente se alojaba el supuesto ladrón.

Sin embargo seguían sin encontrarlo así que «con ánimo de menoscabar su integridad física» Nasser y otros implicados -algunos no identificados- comenzaron a pegar a J. A. para que les dijera dónde estaba esta persona. Llegaron a utilizar una porra con puntas metálicas. Continuaban sin dar con él y entonces decidieron llevarse a la fuerza a quien ellos creían que podía decirles su paradero «con el propósito de no liberarlo hasta obtener dicha información», reproduce el fallo.

«¡Di, si no te cortamos un dedo!»

 

De esta manera, lo llevaron a la casa del supuesto cabecilla y junto a otros cinco individuos le propinaron fuertes golpes, «le trasladaron a la parte trasera de la vivienda y lo tiraron a la piscina -era diciembre-. Luego le obligaron a quitarse la ropa mientras le seguían pegando, le ataron las manos con una cuerda a la espalda, y los pies, le sentaron en una silla, le sujetaron con alambres, inmovilizándolo, y le llevaron a la cocina».

Instantes después, le taparon la cabeza con una bolsa de plástico y lo introdujeron en el maletero de un coche, trasladándolo a una nave. Allí, volvieron a atarlo a una silla, y le golpearon de nuevo, mientras le preguntaban por el paradero de su sospechoso, llegando a tirarle de una patada en el costado. Seguidamente, le quitaron la bolsa de la cabeza y uno de ellos sacó un cuchillo, se lo aproximó mientras le decía: «¡Dime donde está el dinero, si no te corto el dedo»», a lo que la víctima seguía asegurando que no sabía «nada».

Acto seguido, lo volvieron a llevar en el maletero, atado y con la bolsa en la cabeza a un cortijo y allí le amenazaron con tirarle a un pozo. Tras ello lo llevaron a la fuerza entre amenazas a casa de sus padres pero no había nadie. Finalmente fue liberado a las dos de la madrugada. Tras estos hechos, J. A. sufrió numerosas fracturas, contusiones y una herida inciso contusa en un costado.

Pero él no fue la única víctima. Viendo que no daban con el dinero, los acusados continuaron en su propósito y comenzaron entonces el acoso al que había sido la novia del cabecilla. «¿Has visto lo que le ha pasado a J.A.? La siguiente vas a ser tu ». Y así, el mismo día de Navidad, sobre las seis de la mañana, Nasser y dos hombres encapuchados se presentaron en la casa de esta mujer. Fue abordada por ellos, la golpearon y uno de ellos le puso una pistola en la cabeza mientras otro llegó a hacerle una foto a su hija. La situación llegó a tal extremo que finalmente le dispararon en un brazo y se dieron a la fuga.

Imagen principal - Imágenes del operativo.
Imagen secundaria 1 - Imágenes del operativo.
Imagen secundaria 2 - Imágenes del operativo.
Imágenes del operativo. A. Vázquez

Condenas

Pues bien, por todos estos hechos la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) de Cádiz inició una investigación para identificar a los responsables. Y dieron con ellos. Gracias a la 'operación Sáhara' -que llamaron así por el origen saharaui de Nasser- cuatro personas fueron detenidas en un importante operativo y llevados ante un juez.

Ahora, tras la celebración del juicio en enero pasado, la Audiencia de Cádiz ha condenado a todos ellos, a excepción de un cuarto que falleció durante el procedimiento. El que ha recibido el mayor castigo penal ha sido Nasser, al que el tribunal sentencia a trece años y medio de cárcel como autor de los delitos de detención ilegal, contra la integridad moral, dos de lesiones, tráfico de drogas, tenencia de armas y amenazas.

Los otros acusados, M.B. y A.J. han sido condenados a seis años y medio de prisión y tres años y medio, respectivamente. Todos han sido absueltos del delito de amenazas al considerar que éste ya se incluye en los delitos contra la integridad moral.

La Fiscalía solicitaba penas mayores (para Nasser más de 25 años) pero el tribunal ha considerado, entre otras cuestiones, que no fue un secuestro sino una detención ilegal ya que fue liberado a las horas y no se ajustaba a ese tipo de delito.

Durante la vista, la víctima, que también ha renunciado a la indemnización, insistió en que no se acordaba de lo sucedido. Ante su silencio delante de los procesados, el tribunal ha dado como cierto el testimonio que sí dio tras los hechos a la Policía y también al juez de instrucción. En cuanto a la declaración de la mujer, la Sala cree que es totalmente «creíble» ya que coincide con la de su novio y durante el juicio se manifestó «de forma clara, coherente y convincente».

Contra este fallo cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación