SUCESOS

Darío y Litto, del sueño de ser unos raperos con éxito a ir a la cárcel por atracar una joyería en Sanlúcar

SUCESOS

Con 20 años y vecinos de «lo más calentón» de Sevilla Este no tenían antecedentes hasta que hace una semana decidieron protagonizar un esperpéntico robo con una pistola de aire comprimido a plena luz del día

Las imágenes del frustrado atraco a la joyería de Sanlúcar: «Usaron una agresividad desmedida»

Litto y Darío, los dos raperos de Sevilla que ahora están en prisión.

M. Almagro

Darío y Litto (con dos 't') vivían en la parte «más calentona» del barrio de Sevilla Este, en 'Los Parchís'. Los dos 'manos' contaban hace unos meses a un youtuber francés que lo suyo es la música urbana, el rap, y que además son los dos fundadores de su propio movimiento. Lo llaman Gway, que ellos mismos en su propia creación y por su propia voluntad y «representación», como dicen, han decidido que viene de God Way, «el camino de Dios». No dicen cuántas personas más lo componen.

Pues el camino de momento les ha llevado hasta prisión. Hasta la cárcel de Puerto I donde permanecen después de haber sido detenidos este pasado 18 de marzo tras intentar atracar a punta de pistola y armados también con una maza y con gas pimienta una joyería de Sanlúcar.

Pasadas las diez de la mañana entraban y atemorizaban con violencia a la dependienta -embarazada de cuatro meses-, a la que apuntaban mientras rompían las vitrinas que contenían oro. Cargaban todo lo que podían en unas mochilas y se daban a la fuga. Sin embargo, al salir el plan se truncaba cuando primero un vecino y luego varios más se les echaban encima y no les dejaban huir.

«Mira... son chavales... son niños...», decía entonces una testigo que observaba atónita lo que ocurría mientras Darío y Litto estaban ya bloqueados en el suelo, sujetos por la gente, y con sus manos sangrando por los golpes, la maza, las vitrinas, o el 'espectáculo' que habían montado: un 'show' sin fans, escenario ni música, un camino bien diferente al que marca el movimiento lleno de 'flow' que ellos pregonan.

Pero en esta entrevista de hace unos meses contaban cuál es su sueño: triunfar en la música. Vestido de arriba a abajo de los Lakers, y moviendo sus brazos 'a lo Gway', Darío Jr. explicaba que lleva «haciendo música» desde los 14, y que cuando él empezó (hace unos seis) «no había como hoy tanta gente» porque «hoy en cada esquina cualquier 'nota' canta».

Por su parte, Litto Chainz, con un acento con aire cordobés que invita a pensar que su nombre es realmente artístico, se refiere a su compañero como «el que le dio la oportunidad en la música», le presentó a un productor, le metió en un estudio y le enseñó a trabajar con el micrófono «cara a cara».

Pero en verdad también cuentan que se conocen desde «chicos», desde el colegio, y que aunque siempre han hecho su «musiquita», nada tiene que ver con lo que hacen «ahora». Que lo de «ahora» viene de cuando le enseñó las «cositas» que había escrito y se lo llevó «del tirón para el estudio».

Luego entran en 'los Parchís', lo recorren y siguen contando su 'trayectoria' mientras que el resto de 'manos' toman algo en sillas y mesas plegables o siguen al cámara que está de visita. «Aquí es sobrevivir. Aquí la gente se busca la vida como puede...», «trabajando», llega a decir uno de ellos.

Pero de momento, como decimos, Darío y Litto, están en prisión preventiva. Así lo acordaba el juez que les escuchó en declaración la pasada semana y que vio además las pruebas que hay contra ellos. Entre otras, las más evidentes, su captura. En eso no hay dudas.

Y así, de momento, su carrera, el 'flow' y el movimiento Gway parece que tendrán que esperar.

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