SOUTH SERIES FESTIVAL

Un café con Fernando Trueba

El director presenta en Cádiz, en la tercera edición de South International Series Festival, su película Bajañí, un viaje musical junto a Niño Josele

José Luis Moreno: «Todo lo que me ha pasado a mí le puede pasar a otro ciudadano igualmente inocente»

María Castro se emociona con el Premio de Honor en el South Series Festival

Fernando Trueba presenta en Cádiz la producción Bajañí Francis Jiménez
Jesús Mejías

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Es una mañana soleada en Cádiz. El centro de la capital bulle entre turistas y gaditanos, mientras dos gigantes flotantes descansan en el muelle como ciudades que han venido de visita. Las terrazas de los bares y cafeterías de San Juan de Dios empiezan a latir, conviven los últimos sorbos de café con las primeras cervezas del mediodía. El amarillo inunda las calles, juega el Cádiz CF, y el glamour se abre paso, se celebra la segunda jornada del South International Series Festival. En esta celebración de la cultura, donde decenas de proyectos buscan su lugar, asoma Bajañí, la producción musical que Fernando Trueba ha tejido junto al talento de Niño Josele.

Trueba ojea la portada de un periódico, sale la fotografía de Tyler Robinson, el presunto asesino de Charlie Kirk en Estados Unidos. «Todo está muy complicado últimamente», comenta. Le traen un café en vaso de cristal, viste una camiseta de rallas azules y blancas, como si de un guiño al mundo marinero de la ciudad se tratase.

No es su primera vez en Cádiz. «He estado unas cuantas veces, sobre todo en la zona de Zahara de los Atunes y en Tarifa, e incluso rodamos alguna cosa y tal«. En cuanto a la ciudad, »me encanta, lo que más me gusta es la ciudad«. ¿Qué tiene Cádiz que enamora?. Una respuesta sencilla: »Es muy bonita«.

«Es una ciudad que está muy bien conservada», comenta mientras da el primer sorbo al café. «Es una ciudad para caminarla, sentirla. Una ciudad que la atraviesas caminando de noche, de día y tiene mucho encanto».

En Cádiz «se han rodado películas haciendo como si esto fuera La Habana. ¿Por qué? Porque es lógico». Ya saben lo que dicen: La Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz es La Habana con más salero. «Richard Lestes hizo Cuba aquí. Se han rodado 80.000 cosas».

Tanto amor por y hacia Cádiz, no hay mejor sitio para una futura producción. «Mira, yo nunca he elegido un sitio por hacer turismo o grabar en la ciudad, siempre es la historia que quieras contar y es la que te lleva a un lugar. Tienes que elegir el mejor lugar para contar esta historia», pero no se esconde: «Me encantaría. Rodar una historia aquí con lo bonito y agradable que es, es un sitio muy vivible», aunque «ahora casi todas las ciudades están jodidas por el exceso de turismo este loco, que no sé como le ha dado a todo el mundo, la gente solo quiera viajar. Antes, la gente quería ser feliz, se había contado que había una cosa que se llamaba felicidad, que era una palabra que si la buscabas en el diccionario te enterabas de lo que era, pero ahora han dicho que lo que hay que hacer es viajar. Esto produce que no funcionen ni los trenes, ni los aviones, que esté todo lleno y no puedas andar por una ciudad, que los jóvenes no puedan vivir en su ciudad porque está todo vendido y todo alquilado«.

Bajañí, un viaje musical

Fernando Trueba y Niño Josele se conocieron «una mañana que me llamó Wyoming y me dijo que estaba mezclando el disco que le había producido a Diego el Cigala, era un sábado por la mañana». El estudio estaba «junto a la Puerta del Sol» y «ahí estaban estos dos (Niño Josele y Wyoming) y me llamaron para escuchar lo que estaban haciendo».

«Ahí fue donde nos conocimos, estaba el hijo de Josele que no andaba y el hijo del Cigala como con tres años cantando y bailando. En la película sale el hijo de Josele tocando el piano y como director musical, y cuando lo conocí ni andaba», relata.

Esta buena relación entre amigos les ha llevado a producir Bajañí. «La película es pura música, de principio a fin. Es un viaje musical que comienza en España con el flamenco, sigue en Nueva York con el jazz y acaba en Brasil». Niño Josele «en un momento de su vida se fue abriendo al jazz, a la música cubana, a lo latino, luego a lo brasileño y a lo clásico».

«A mí me admiraba ver la capacidad que él (Niño Josele) podía tener de repente de entrar en el mundo del jazz y ponerse a tocar la música de Bill Evans, o de repente hacer algo que no ha hecho ningún guitarrista. Lo que él ha hecho es tocar en clave cubana, eso no lo ha hecho nadie más que aquí mi primo, y entender la estructura de la música cubana y poder tocar ahí dentro».

Josele «es una persona que ha tocado en España con Paco de Lucía, con Morente... pero en sus incursiones con otra música, pues que ha tocado con Joe Lovano o Chick Corea, pues toda esa riqueza y toda experiencia, volverla en una película que hemos hecho, es una película para que la gente sea feliz».

La película es «un diálogo», y este diálogo se acaba. Trueba apenas ha tocado el café. «Ven esta tarde a ver la película», termina, y vuelve a ojear el periódico, y de nuevo la frase con la que empezó: «Que complicado está todo».

Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia