Grupo de costaleros en la playa donde realizaron el rescate
Grupo de costaleros en la playa donde realizaron el rescate - ABC
Sucesos

Costaleros de la hermandad de la Virgen del Socorro salvan la vida a dos bañistas en la playa de Mazagón

Prodigiosa intervención de miembros de la hermandad de Alcalá de Guadaíra durante una jornada de convivencia

Alcalá de Guadaíra Actualizado: Guardar
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El suceso de hace unos días en la playa onubense de Mazagón se ha convertido en una perfecta metáfora cofradiera alrededor de la advocación alcalareña de la Virgen del Socorro , con una historia de comienzo trágico y final feliz cargada de casualidades. Unas coincidencias que para sus protagonistas no son tales, sino que tienen una explicación en la intervención de la virgen de su devoción y que permitieron rescatar a varias personas que corrian riesgo de ahogarse

La cuadrilla de costaleros de la Virgen del Socorro de la hermandad de Jesús Nazareno de Alcalá de Guadaíra, se planteó este año realizar una jornada de convivencia fuera de los días habituales de trajín cofrade con el objetivo de mantener vivos a lo largo del año los lazos que unen a este grupo de personas.

No sabían a qué playa, pensaron en Rota y Chipiona, pero  finalmente se decidieron por Mazagón, no por nada en particular. Pero esa decisión fue providencial.

Eran 60 personas, entre costaleros, mujeres y niños. Mientras estaban en la playa, sobre las tres y media de la tarde y muy cerca de ellos se produjo un remolino. Se trata de un fenómeno que ocurre en esta zona con relativa frecuencia cuando sube la marea. Las corrientes crean una zona en la que el agua tira con fuerza hacia dentro y que desborda la fuerza de una persona. Un niño de unos ocho años quedó atrapado en él. Un hombre de unos 45 se lanzó a por él, pero también quedó atrapado y luego otro hombre más. 

En la playa se escuchó el grito de «¡socorro!», que para estos costaleros es una palabra cargada de sentimientos por el ser nombre de la virgen que cada año llevan sobre sus hombros la Madrugada del Viernes Santo. En el grupo de costaleros resulta que hay un socorrista, Jesús Ruiz que trabaja en la piscina cubierta de Alcalá. Cuando vio la situación no lo pensó y salió corriendo hacia el agua. Pero lo hizo en dirección distinta al lugar al que todos miraban. Nadie, salvo él se había dado cuenta de que en otro punto había un hombre y una mujer que también estaban atrapados por el remolino y se ahogaban. Logró sacar a la mujer con gran dificultad a pesar de ser un profesional, y acercarla a la orilla, donde el capataz Francisco Javier Medina y otros compañeros la recogieron y la sacó del agua. Y volvió por el hombre al que también logró sacar.

Mientras en el otro lado, una pequeña barca con dos personas se hizo al agua para sacar al niño y los dos hombres. Subieron a dos de ellos a la barca, pero al ir a izar al tercero la barca volcó. La embarcación estaba ya fuera del remolino, por lo que pudieron ponerla derecha y lograr el rescate. Uno de los hombres fue trasladado a un centro hospitalario porque había tragado mucha agua. Pero las cinco personas que sufrieron el remolino están bien.

Para el capataz de la cuadrilla Francisco Javier Medina el cúmulo de casualidades que rodeó a su presencia en la playa y al rescate parece responder a un guión que quiso escribir la Virgen del Socorro para que su cuadrilla salvara a esas personas, «ella nos mandó allí a salvar esas vidas», afirma. Ahora quieren repetir la jornada playera en el mes de julio y en otro lugar porque según afirman a pesar de todo pasaron un gran día de convivencia. Y más adelante quieren hacer un homenaje a Jesús Ruiz, el patero del zanco derecho de la primera trabajadera, que en Mazagón dio una espléndida chicotá para salvar la vida de dos personas.

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