El Gobierno dice que la operación no alterará el proceso de paz

El Gobierno aseguró ayer que la desarticulación de la red de extorsión de ETA no obstaculizará el proceso de paz que José Luis Rodríguez Zapatero quiere poner en marcha de inmediato. En vísperas del diálogo con la banda, el Ejecutivo intensificó la presión sobre los terroristas y les recordó que el Estado de Derecho funcionará aunque siga vigente el alto el fuego.

El ministro del Interior, en una comparecencia en el Congreso para dar cuenta de la operación antiterrorista, advirtió a ETA de que «ni los jueces ni los policías están con los brazos cruzados», por lo que «todo el mundo» debe aprender a cumplir las reglas y la ley. Alfredo Pérez Rubalcaba negó tajante que estos arrestos puedan dificultar el camino hacia el final del terrorismo y bloquear el proceso de paz.

En esta misma línea se expresó el titular de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, quien subrayó que las detenciones «no alteran en lo más mínimo el curso de ruta» previsto por el Gobierno. El ministro recalcó que la intención del Gabinete socialista es aprovechar esta «oportunidad histórica de poner punto final a la violencia de ETA y a sus manifestaciones intimidatorias y coactivas, entre ellas la trama de extorsión que es el objeto de esta operación».

Pérez Rubalcaba informó a primera hora de la mañana al PP de la operación puesta en marcha por los jueces. Fuentes socialistas indicaron que el presidente del Gobierno también se pondría ayer en contacto con Mariano Rajoy para hacer un último intento de aproximación al primer partido de la oposición antes de comunicar al pleno el inicio del proceso de paz.

Según todas las fuentes consultadas, la intención de Rodríguez Zapatero era aprovechar el pleno sobre la última cumbre de Bruselas para informar a los partidos políticos de que el alto el fuego de la banda terrorista es real y de que se dispone a autorizar el diálogo con la banda terrorista. No obstante, estas mismas fuentes apuntaron que a última hora de ayer el jefe del Ejecutivo no había tomado una decisión definitiva, a la espera de esa conversación que tenía pendiente con Rajoy.

Enfrentamiento

El Gabinete socialista quiere evitar que la comunicación derive en una nueva confrontación entre Zapatero y Rajoy sobre ETA, como ocurrió durante el pleno sobre las propuestas de resolución del debate de la Nación, en el que los máximos dirigentes de los dos grandes partidos exhibieron su total ruptura en esta materia.

Izquierda Unida y CiU apremiaron a Zapatero a darse prisa y a autorizar de inmediato los contactos con ETA. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, instó al Gobierno a «acortar» los tiempos y a comparecer «cuanto antes» en el Congreso de los Diputados.

El portavoz de CiU en el Congreso confió en que las detenciones «no influyan en el proceso» y consideró que la tregua no implica «que se deje de actuar de acuerdo con los instrumentos del Estado de Derecho». Josep Antoni Duran i Lleida reclamó a Zapatero que inicie las conversaciones con ETA «cuanto antes», pero también le pidió que hable lo mínimo del proceso.