EXPECTACIÓN. El nazareno del Consuelo acompañado de su cirineo. / PAULA ALÁEZ
Sanlúcar

Respeto y recogimiento en el desfile del Nazareno de Sanlúcar.

El Cristo del Consuelo llevó a hombros su cruz acompañado del Cirineo mientras el tránsito de Jesús Cautivo enmudecía a los roteños.

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La Semana de Pasión avanza en Sanlúcar y Rota con la procesión de dos hermandades marcadas por el respeto y el recogimiento interior. Los sanluqueños se lanzaron a la calle para recibir al primer Nazareno que hace acto de presencia en la Semana Santa de toda la Costa Noroeste Nuestro Padre Jesús del Consuelo.

Rota se entregó a la religiosidad horas más tarde cuando el popular Cristo Cautivo comenzó a caminar en silencio en un manto rojo de claveles acompañado de su particular vía crucis rezado por los fieles.

SANLÚCAR

Un Cristo de rostro desencajado

La expresividad de unas facciones repletas de dolor contenido convierten al Cristo del Consuelo en una imagen de un naturalismo impactante, es por ello que fueron muchos los sanluqueños que no quisieron faltar a su cita con este nazareno de rostro desencajado, ojos anhelantes y boca entreabierta que, acompañado de un cirineo de la escuela sevillana, se paseó en la tarde de ayer por las calles de la localidad.

En un paso de caoba recientemente restaurado, este imponente misterio hizo las delicias de sanluqueños y visitantes que disfrutaron de una agradable jornada de suave clima y cielo despejado.

Un cielo que hacía contraste con el intenso azul marino del bello palio y manto de María Santísima del Mayor Dolor que seguía a la procesión de su hijo separada por varios tramos de sobrios nazarenos vestidos de negro y morado. La Dolorosa se ganó los vítores de unos fieles respetuosos que se deshicieron en saetas y piropos a su Virgen a lo largo de la jornada.

ROTA

Devoción muda y recogimiento

En Rota, el silencio y la austeridad se adueñaron de la noche del Martes Santo. El Cautivo, una de las cofradías más populares a la vez que respetuosas de la Semana Grande roteña enmudeció a los numerosos asistentes que se congregaron para ver al Cristo salir por primera vez desde la Parroquia de la O. Un cambio de ubicación motivado por el importante crecimiento de hermanos que han solicitado este año procesionar junto a este Jesús de largos cabellos naturales coronados de espinas.

Mudos por la emoción, los roteños contemplaron el discurrir del paso con recogimiento y devoción. Numerosos penitentes descalzos caminaban lentamente portando hasta dos cruces en sus hombros. Mientras, una corte de mujeres vestidas de mantilla y riguroso negro rezaban el rosario portando una vela entre sus manos.

Un vía crucis que se convirtió casi en un susurro en el profundo silencio de la noche. Y es que cuando el Cautivo recorre las calles de Rota, la quietud se apodera de la velada.

El Cristo de la larga cabellera estrenó ayer el paso que lo portaba. Una novedad que no distrajo al público asistente que prefirió recogerse en sus oraciones o unirse al vía crucis en un gesto de profunda devoción, religiosidad y fe.