Manuel Contreras - PUNTADAS SIN HILO

Los silencios de Maloma

El silencio en muchos sectores de la izquierda andaluza sobre el rapto de Maloma hace un flaco favor al pueblo saharaui

Manuel Contreras
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Confinada en algún lugar de los territorios liberados del Sáhara, probablemente Maloma viva angustiada por los silencios que le rodean. Se sentirá aislada y ansiosa por escuchar los sonidos que pudieran llegar desde España. Desde que acudió a visitar a su madre enferma y fue literalmente secuestrada por varios familiares que le impiden volver a su hogar en Mairena del Aljarafe, Maloma habrá estado torturada por los silencios. Seguro que daría lo que fuera por poder oir las voces de su familia, sus padres adoptivos y su pareja, que se desgañitan rogando que le permitan volver. De sus vecinos, que se han manifestado, liderados por el alcalde, Antonio Conde, para exigir su liberación. De sus compañeros, de sus amigos. Del Gobierno español, que dialoga con las autoridades saharuis para intentar su liberación, o de la presidenta de la Junta, que recibió a sus familiares y reivindicó el derecho a decidir de esta ciudadana española.

Pero probablemente a Maloma no le llegan estos sonidos, y vive su confinamiento cercada por el silencio del Sáhara.

Aunque no solo hay silencios en el desierto. También en España, en la tierra que acogió a Maloma cuando tenía doce años y que le enseñó los principios de libertad y tolerancia. Es el silencio, por ejemplo, de las organizaciones prosaharauis, tan activas en la defensa de los derechos de este pueblo y tan pasivas para amparar los derechos de Maloma. Si se escribe la palabra «Maloma» en el buscador de la web de la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, el resultado es «0 resultados encontrados». Tampoco aparece ninguna referencia en la Federación Estatal de Organizaciones Feministas, donde sí se recoge la preocupación por el derecho al aborto, por la Economía Feminista, por el análisis feminista de la copla española o por la guerra civil. En el Fórum de Politica Feminista figuran varias referencias a la Violencia Machista, pero el buscador tampoco haya alusión alguna a Maloma. La Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres tampoco ha elevado ninguna voz, y la sección de Mujeres y Niñas de Amnistía Internacional España alude a casos de violaciones de derechos de las mujeres en Túnez, Pakistán y otros países, pero sin rastro de Maloma. No hay referencias en las secciones de Igualdad de CC.OO. ni UGT en Andalucía, ni en IUCA. La web de Podemos saluda al internauta con la frase «Nunca más un país sin su gente», pero ella tampoco aparece.

El silencio en muchos sectores de la izquierda andaluza sobre el rapto de Maloma hace un flaco favor a los saharauis. Deberían elevar su voz para defender al pueblo y culpar exclusivamente a la familia que retiene a la chica de Mairena contra su voluntad. Pero estas organizaciones optan por guardar silencio y canalizar la defensa de los derechos de las mujeres con criterios geopolíticos que eviten una contradicción moral. Aunque ello suponga poner más barrotes de silencio en la cárcel de Maloma.