Resaca mundialista

Volveremos a aquella monserga que dice que a falta del pan de los mundiales, buenas son las tortas de la Champions

Julen Lopetegui, durante un entrenamiento de la selección ÓSCAR DEL POZO
Fernando Iwasaki

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Por razones de fuerza mayor me desentendí del Mundial desde el 20 de junio hasta la eliminación de Brasil, circunstancia que aprovecho para pronosticar que Francia será campeona porque Perú siempre ha sido eliminado de los mundiales por los equipos que finalmente campeonaron. Sin embargo, lo que me interesa compartir ahora es mi punto de vista sobre nuestra selección española.

En la víspera del Mundial de Corea/Japón publiqué en una columna titulada: «Madrid campeón, España eliminada», donde afirmé: «Para cualquier futbolista argentino o brasileño no hay honor más grande que vestir la camiseta nacional, pero en España se ha entronizado la idea de que el privilegio más alto al que puede aspirar un futbolista es lucir los colores del Real Madrid. No quiero decir que el Real Madrid no es un gran club, mas sí quiero señalar que en España la selección tiene menos predicamento que algunos clubes. De hecho, todo el prestigio y poderío que le falta a la selección española, lo tiene de sobra el Real Madrid. Y lo que natura no da Real Madrid no lo presta» (ABC, 28.04.2002).

He tenido muchas discusiones desde que formulé esta reflexión, pero nunca me han faltado argumentos para defenderla. De hecho, el feo de Lopetegui a la selección dos días antes del primer partido del Mundial no sólo confirmó mis intuiciones al respecto, sino que le dio sentido a la convocatoria mundialista de suplentes del Real Madrid en perjuicio de otros estupendos futbolistas titulares en sus clubes. Así, no me sorprende el cargamontón contra Rubiales mientras Florentino y Lopetegui se van de rositas. ¿Y si Lopetegui hubiera firmado por el Barcelona?

España jamás habría sido campeona del mundo en 2010 sin la disciplina táctica que Cruyff, Rijkaard y Guardiola implantaron en el Barcelona durante veinte años. ¿Por qué en la selección que ganó el Mundial de Sudáfrica había siete jugadores del Barcelona? No basta con señalar que eran excelentes, pues hay que hacer hincapié en que además aportaban un sistema asimilado desde las divisiones inferiores. Xavi Hernández no sólo era genial, sino la culminación depurada de una cadena que comenzó con Milla, siguió con Guardiola y continuó con De la Peña. Si no advertimos que Xavi los mejoró a todos según un plan preestablecido no habremos entendido nada. ¿Por qué Messi no rinde igual en la selección argentina? Porque allí carece del sistema que le aportan sus compañeros de club. Y ojo que el sistema del Barça ha caducado porque se ha «realmadrizado».

Con dinero es muy fácil configurar grandes plantillas que ganen títulos, vendan camisetas y cobren suculentos derechos de televisión; pero nada de eso nutrirá jamás a una gran selección nacional. Con la jubilación de Iniesta y Busquets desaparecerá el ADN de Cruyff del fútbol español y volveremos a aquella monserga que dice que a falta del pan de los mundiales, buenas son las tortas de la Champions.

www.fernandoiwasaki.com

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