Rugby, un deporte de señoras dirigido por villanos

Les cuento y créanselo. Un equipo sevillano de rugby femenino, el Corteva Cocos, de Cocodrilos, tan depredadoras son en el césped, ascendió la campaña pasada a Primera división y en esta tuvo la desfachatez de empezar a ganar un partido tras otro de tal forma que al término de lo que se llama la temporada regular, que no es otra cosa que el enfrentamiento de todas contra todas, y frente a todos, era la primera de la clasificación. En el torneo masculino faltaban, sin embargo, cinco partidos para el final cuando el coronavirus hizo un ensayo y obligó a suspender el torneo. La Comisión Delegada de la Federación, tras aguardar unas semanas a ver si se le ganaba la melé al bicho, decidió que lo suyo era dar por acabada la competición. Las chicas habían terminado la Liga y a los chicos les quedaban cinco partidos por jugar, recordemos. Pues la Comisión (una macedonia de Federaciones Territoriales, clubes, jugadores, entrenadores y árbitros) da como campeón definitivo al primer clasificado masculino, el Queso Entrepinares vallisoletano, eximiéndole de disputar el play off fijado en la Asamblea del 6 de julio de 2019, y por contra remiten al equipo femenino sevillano a la disputa de ese play off, en fecha que ya se determinará.

Excelentísima señora ministra de Igualdad, doña Irene Montero; ilustrísima señora presidenta del Consejo Superior de Deportes, doña Irene Lozano; presidente de Iberdrola, don Ignacio Galán (da nombre a la Liga), la decisión de la Federación de Rugby apesta. Huele a injusticia, a discriminación, a sevillafobia, a cloaca política. Dar el campeonato a un equipo masculino sin que haya completado la primera fase y negárselo al femenino que sí lo ha hecho resulta ignomioso, antidemocrático, anticonstitucional, arbitrario, vejatorio y ruin. Si no les llega la dignidad para dimitir -¿qué hace aún a estas horas en la junta directiva de la Federación la presidenta del Cocos, Mariola Rus?-, ya tarda que las autoridades deportivas del país les piten un golpe de castigo y los manden a cualquier campo de reeducación de los que se abrirán con la Nueva Normalidad, en la fase 5 (con premio incluido).