Alarmas

Las campanas, cuando doblan, siguen siendo una alarma en el aire, una sonora y fúnebre duda

Campanario de una iglesia antigua MIGUEL MUÑIZ
Antonio García Barbeito

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Las campanas de la tribu sólo tocan ya, que tú sepas, a repique de fiesta, a misa y a muerto. Cuando eras un chiquillo, recuerdas que las campanas, si tocaban a muerto, dejaban claro, en su toque, si el difunto era hombre o mujer: «Ese doble es de mujer…» Y, como una vez te dijo Justo, tocaban a rebato cuando había un fuego en cualquier sitio, en los pinares o en un pajar, en una vivienda o en una fábrica de maderas. Las campanas, cuando doblan, siguen siendo una alarma en el aire, una sonora y fúnebre duda: «Oye, ¿has oído doblar? ¿Quién se habrá muerto?» Te repito que al menos entonces, hace ya muchos años, por el toque del duelo se sabía si había muerto un hombre o una mujer. Ahora, cuando doblan, tienes que andar llamando por teléfono, y si no lo saben, te dicen: «No sé quién habrá muerto, pero no me extrañaría que sea Fulano, que andaba en las últimas…»

Alarmas. Una sirena de ambulancia es un medio doble de otro tipo de campanas; el médico que pasa en el coche, corriendo, es otra alarma, y así, otras señales. Estamos rodeados de alarmas. Cuando a la tribu llegó la televisión y al final de los Telediarios daban la información del tiempo, tras Mariano Medina se dibujaba un mapa, unas veces lleno de sol, otras de rayas oblicuas, otras de números y líneas curvas, otras de paraguas y otras de una be mayúscula encerrada en un círculo. Los hombres del campo sabían lo que era un temporal, y un tiempo metido en aguas, y unos chaparrones, y nubarrones color panza de burra, pero con la información del tiempo llegó una palabra que a veces no la entendían bien y, claro, la decían mal: «Er tío der tiempo dijo anoche que viene pacá una burraca grande que va sortá agua pa pará un barco…» Acababa de llegar al lenguaje rural la palabra borrasca, aunque de entrada fuera burraca. Empezó alarmándonos Mariano Medina y ya todo es una alarma en la información del tiempo: de sequía, de nevada, de inundaciones, de gota fría, de tormenta con aparato eléctrico o de vientos de más de cien kilómetros por hora. Ahora, tras los gravísimos sucesos de Mallorca, el miedo vive aquí, entre nosotros. Ayer te llamaron para decirte que el temporal marítimo que ha llevado ruina y muerte a parte de la costa balear, se ha instalado en el Golfo de Cádiz y puede llover torrencialmente, que te prepares, que dejes libres los husillos, que barras el patio, que… Alarma. Lo que no sabes es por qué las campanas no tienen incluido un toque de alarma que avise de un fuego, de vientos huracanados, de gota fría o de tormentas horribles. Sería hermoso que entendiéramos los toques como los gomeros entienden sus silbos.

antoniogbarbeito@gmail.com

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