OPNIÓN
Las represalias
El corporativismo hace daño en todas las profesiones, médicos que tapan a otros, jueces más de lo mismo y los periodistas no digamos
En esta semana santa la mayoría de los mortales nos hemos dedicado a ver pasos mientras tomábamos copas y aperitivos varios, las procesiones fueron las excusas. En una de las procesiones uno de nosotros hizo una broma sobre un cura que iba en un cortejo, que ya es más conocido en Cádiz por lo que hace en su vida personal que por lo que realiza en su vida religiosa. A ese hombre ya dará lo mismo que haga miles de obras de caridad, a partir de ahora se le recordará por lo que hace entre sus sábanas. En este caso el pueblo hace corporativismo y toma represalias pertinentes y particulares hacia él porque no admite esa actitud dentro de su creencia católica, apostólica y romana. Las represalias son actos de hostilidad que una persona responde a otra como venganza o un daño u ofensa recibida, en este caso los creyentes se sienten dolidos por esa actitud tan inmoral que ese cura les ha provocado.
En el carnaval y nuestro concurso pasa más de lo mismo, me refiero en este caso a las represalias, por suerte en el tema de la homosexualidad estamos más avanzados que en el mundo de los fervientes.
En nuestro carnaval se teme mucho a las represalias que alguien pueda tomar sobre nosotros o nuestra agrupación. Si por ejemplo, cuando salen los nombres del jurado y conocemos de sobra la amistad o relación íntima que los une con alguno de nuestros contrincantes, son pocos los que se atreven a denunciarlo por miedo a la represalia que luego puedo tener con nuestro grupo a la hora de ser puntuado. El miedo al desquite hace que los repertorios no sean del todo libre. Si decides en una de tus letras comentar que un locutor de radio no es imparcial en sus comentarios, tengan por seguro que en la primera oportunidad que tenga ese comentarista o incluso todo su equipo, tomarán la vendetta de no regalarte los oídos nunca jamás e incluso desmerecer a tu grupo en algún aspecto o parte de tu actuación. Si te atreves a opinar sobre algunos de los que hacen la crítica de las actuaciones durante el concurso vete preparando para que el regreso del boomerang con sus criticas sea contundente y de lo peor. Aunque tu actuación haya sido magistral y aunque hayas puesto al público en pie, a lo máximo que llegarán a escribir será que estuviste aceptable, eso no siempre ha sido así. Críticos como Enrique Alcina, Pepe Monforte, Tente González, Emilio López, han sido muy duros y ácidos en sus comentarios, pero en unos casos con una gracia y sarcasmo exquisito y en otros con una erudición tremenda sobre aquello a lo que criticaba. No había miedo a la represalia, sino a la crítica, porque venía de quienes sabías positivamente se tomaban su trabajo muy en serio, sin amarilleo ni provocación.
El corporativismo hace daño en todas las profesiones, médicos que tapan a otros, jueces más de lo mismo y los periodistas no digamos. Los medios de comunicación y la prensa son el cuarto poder, de siempre, lo que no me parece tan normal es que utilicen ese poder para asustar con sus represalias a grupos amateur de la cultura popular gaditana. Ser un periodista honesto es contar con conocimiento de causa la realidad de lo que ocurre en ese escenario y ser valiente no es decirle a una chirigota que es un gran mamarracho.
