opinión
Plazo de inscripción
En mi torpe opinión creo que la causa más probable de esta venida a menos en el número de grupos participantes es el propio concurso
A cada agrupación que se inscribe en el concurso oficial de agrupaciones se le asigna un número a modo de entrada o registro. Un número que coincide con el orden en la que el grupo está inscrito respecto al resto y que según he podido ver, al cierre del plazo, solicitaron la participación en el certamen más de 125 agrupaciones entre infantiles y adultos. Aunque está un poco alejado del número de grupos en otros años (en el año 2011 por ejemplo fueron 181 agrupaciones oficiales) este total parece que va ser un guarismo de participantes bastante operativo para el desarrollo del mismo. Que la cantidad no da la calidad es de todos sabido, pero la cantidad en este caso es un indicador indudable de entusiastas de la interpretación al cante y del toque y de aquellos que nos dedicamos a las tareas de la creación carnavalesca, los autores. Cuánto más grupos haya puede ser que la media en la calidad de éstos tienda a la baja, pero es lógico pensar también que al existir mayor número suban las posibilidades de que nazcan nuevos talentos y valores, tantos creativos como interpretativos para nuestra fiesta.
La cifra de agrupaciones inscritas también determina las ganas por hacer cosas nuevas y la inquietud de nuestros jóvenes por seguir esta tradición popular y artística tan gaditana.
Autores como Joaquín Quiñones, Antonio Martín, Jesús Bienvenido, Selu Cossío, Rafael Pastrana Guillén, Julio Pardo Merelo, Quico Zamora, Morera, Paco Mora, Noly, los hermanos Carapapa, Cárdenas y Peñalver, Luis Ripoll, Tino Tovar, Nandi Migueles... han dado pasos atrás en la continuidad de sus creaciones sin asistir al concurso algunas veces, unos definitivamente y otros están dando señales de hacerlo o se nos intuye una retirada no muy lejana. La pérdida de la ilusión es tal vez la principal causa en el que este número de grupos vaya decreciendo por año. Por dinero no es, ya casi todos los grupos son solventes para sacar a flote una nueva obra sobre el teatro sin miedo a entraparse o al fracaso.
En mi torpe opinión creo que la causa más probable de esta venida a menos en el número de grupos participantes es el propio concurso.
Llevamos años queriendo modernizar o resetear este sistema operativo. Nadie le mete mano para hacerlo más atractivo. Bien sea por desidia, miedo al cambio, no tener ideas o no arriesgar a perder lo que se tiene y dejar que sean otros los que carguen con el peso del fracaso si así sucediese.
Por mucho que nos empeñemos el concurso necesita una remodelación a fondo que no se puede efectuar solamente haciendo unas consultas esporádicas y a la prisa en unos foros durante unas semanas de verano. Es algo más serio. Tenemos en Cádiz muchas personas con gran experiencia y conocimiento que podrían formar parte de ese Sanedrín para crear un nuevo concurso puramente objetivo y con futuro. Personas que miren más allá de su propio pasodoble, sin amiguismos, que estén cultivadas en las artes y en el desarrollo de certámenes, que aporten ideas argumentadas, sin ventajas para su propio grupo o para el autor de turno. Que el concurso hay que arreglarlo se viene escuchando desde hace muchos años pero por unos y por otros la casa sin barrer.
Arreglar nuestro maravilloso concurso es tarea difícil para contentar a todos los participantes, pero tal vez ese sea el error, que no haya que contentar al participante sino al espectador.
