Donde hay patrón...
Gobernar en estos tiempos es difícil: cambios de fechas, número de fases, cabezas de series, orden en las sesiones, repertorios, composición del jurado, puntuaciones, duración de la actuación, premios, subvenciones, carpa, fiesta en la calle, cabalgata, carruseles, callejeras…
Los carnavaleros tenemos que aceptar que el Patronato ya está enterrado en el patio de las malvas. Amén. La organización del carnaval y el concurso es tarea exclusiva del Consistorio. Aunque nuestros gobernantes brinden oportunidades en reuniones y foros para oír nuestra opinión, al final las decisiones son exclusivamente suyas. La disolución de este organismo fue aprobada el 4 de diciembre de 2020. Han pasado muchos sucesos entre tanto, desde una pandemia a una guerra. Se han ido sacando cosas adelante en base a la inmediatez, improvisación y adaptación a lo que surgía por el camino. Cambios de fechas, número de fases, cabezas de series, orden en las sesiones, repertorios, composición del jurado, puntuaciones, duración de la actuación, premios, subvenciones, carpa, fiesta en la calle, cabalgata, carruseles, callejeras…
Actos y actuaciones de diversas consideración que nuestro ayuntamiento ha solventado singularmente en un carnaval y concurso atípico.
Debido a esta peculiaridad no tengo argumentación real para criticar lo que hicieron mal. Gobernar en estos tiempos es difícil para todos y entiendo que sus actuaciones fueron debidas a las particularidades citadas.
Lo que sí quiero manifestar es que a partir de ahora ya no hay excusas, a no ser que venga otra epidemia mundial o lleguen lanchas de desembarco rusas a La Caleta para perpetrar otra nueva Normandía. Nuestro Ayuntamiento eliminó el Patronato dejándose llevar por voces donde pedían su disolución por el mal funcionamiento pero sobre todo porque proclamaba una reestructuración a fondo, una nueva 'Perestroika' del concurso y de la fiesta.
Decir que tienen que empezar a trabajar para hacer esas reformas prometidas para 2023 es fácil. Llevarlas a cabo, muy difícil. Como yo soy más de hacer que de decir dejaré algunas ideas antes de irme de vacaciones para esa revolución anunciada.
Propongo que el jurado se sitúe en el Falla en uno de los palcos adyacentes al de protocolo, así verá las puestas de escenas de frente y oirá a los grupos compactos.
Propongo que por carnaval cuelguen en cada esquina del casco antiguo un exorno carnavalesco (aprovechando atrezos antiguos de los grupos).
Propongo un concurso de decoración de escaparates carnavalescos para los comercios pero con un suculento premio.
Propongo un concurso oficial solamente con tres fases, proporcionales al número de agrupaciones para que no ocurra como este año, que de 63 en preliminares (nueve sesiones) pasaron 36 a semifinales (seis sesiones), más de la mitad.
Solicito que los coros abran sesión, siempre que el número de ellos lo permita.
Al igual que en todas las ferias hay casetas privadas y municipales, aquí deberíamos de instalar carpas privadas, bajo licitación por supuesto, y una carpa municipal espectacular con precios populares tanto para su entrada como en las consumiciones.
Propongo el rescate de la cabalgata infantil en el domingo de piñata por el centro de Cádiz o alrededores, así como los bailes de disfraces en el Falla.
Propongo escenarios dignos para las agrupaciones en las calles y sobre todo para los coros que aún tenemos que cantar como comparsas (existen gradas y tarimas portátiles, adaptables a cualquier grupo, invertir en ellos no estaría mal).
Recuperaría el cartel del concurso, y los bonos para las preliminares.
Al igual que se ha hecho con la cantera, propongo una muestra de los ganadores de romanceros en el teatro antes de cada sesión y de alguna callejera puntera.
Tener cientos de ideas es fácil pero donde hay patrón no manda marinero.
No a a la invasión.
