OPINIÓN

Cavilaciones (1ª parte)

No creo que sea tan difícil corregir ese problema de la duración de las sesiones

Nandi Migueles

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cada vez que acaba el Concurso, todos sacamos a flote nuestro jurado interior y dictamos nuestro veredicto particular para convencernos que el jurado se equivocó de nuevo. Sin embargo, al que sacamos con más ahínco es a nuestro legislador-organizador- concejal de fiestas-director-entendido del concurso y de sus normas. Como no iba a ser menos, me voy a atrever a dejar algunas de mis cavilaciones o recomendaciones para el próximo certamen.

Déjenme que empiece por la duración de las funciones. Unas sesiones que duren más de tres horas es una barbaridad para el público asistente y para los propios participantes. Hay pocos espectáculos en el mundo que tengan más de tres horas por función, pero además si es casi durante un mes continuado es una locura. Para conseguir esta reducción horaria propondría funciones de un máximo de tres horas, con seis grupos por cada una, así sería suficiente. Si por ejemplo hubiera 120 grupos adultos inscritos se necesitan 20 funciones de preliminares. Viernes, sábado y domingo en función de tarde y noche con horario de 17.00h a 20.00h y de 21.30h a 00.30h. En dos semanas justas la preselección estaría terminada. Con solo seis sesiones de tarde adicionales se terminaría ese problema de la exagerada duración de cada función, esto no sería algo nuevo porque ya se hacía en los años 80 y 90.

Las funciones de cuartos de igual manera se podrían hacer en ocho funciones de seis grupos cada uno y cuatro semifinales con también seis grupos. En cuánto coincidiesen en fines de semana, se podría echar mano si hiciese falta de la mencionada fórmula de tarde y noche. Con lo cual en 26 días más la función de la gran final el Concurso quedaría resuelto.

La segunda cuestión que quisiera plantear es el pase de fase, es decir, cuántos grupos deben de pasar de una a otra o qué horquilla numérica debería de establecerse para cada modalidad. Aunque esto sea tirar piedras sobre mi tejado, lo de este año pasar a 12 coros de 14 a la fase de cuartos me ha parecido una decisión salomónica que no beneficia tanto como pudiera parecer.

Los guarismos para cada modalidad propongo que deberían ser proporcional al número de inscritos. Si son ocho funciones de cuartos a seis grupos, se necesitan un máximo de 48 agrupaciones. Pasarían proporcionalmente al número de agrupaciones inscritas en cada modalidad con la formula de la proporcionalidad directa o regla de tres, una ciencia vamos.

En semifinales igual, cuatro funciones a seis grupos, es decir 24 agrupaciones. Si no hubiera calidad en alguna modalidad o número suficiente se complementaría proporcionalmente con las otras modalidades.

No creo que sea tan difícil corregir ese problema de la duración de las sesiones. Este año me comentaron algunos artesanos que han tenido días que terminaban de recoger los atrezos para llevarlos de nuevo a las naves de trabajo más allá de las 5 de la madrugada, una pasada.

La duración extrema de una sesión no beneficia a nadie. El jurado pierde atención, los trabajadores no están a gusto, el público sale en desbandada a partir de cierta hora, los grupos no cantan igual de motivados…

En 15 días os propondré la formación del jurado, sistema de puntos y la creación de nuevas modalidades de agrupaciones.

No asustarse que ya le pasó a Paco Alba con su chirigota y no fue tan mal, nació la comparsa. ¿Qué sería hoy día de nuestro concurso sin la comparsa?

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación