Perspectivas

Deseos de cosas imposibles (o no)

Esa «esperanza» es fundamental para todo en la vida, pero especialmente para quien tiene que asumir una labor difícil

Hay quien puede pensar que el hecho de que coincidieran en el mismo fin de semana el Congreso Nacional del PP y el evento interno del PSOE, era malo para los intereses del partido de Feijóo. Nada más lejos de la realidad. No hay nada ... mejor que poner dos cosas muy cerca para poder compararlas y ver sus diferencias.

Mientras los socialistas respiran como si el oxígeno ya comenzara a faltar, en el PP se vió este fin de semana que los pulmones están llenos de aire para seguir corriendo esta maratón en la que estamos inmersos. Porque, aunque los discursos de quienes subían al atril pintaran un panorama desolador que reflejaba a la perfección la situación que vive España por culpa de Pedro Sánchez y su entorno, no faltó, en ninguno de ellos, un toque de «esperanza». Después de la oscuridad más profunda, viene el amanecer.

Esa «esperanza» es fundamental para todo en la vida, pero especialmente para quien tiene que asumir una labor difícil. Reconstruir todo lo que ahora está destrozado será complejo, pero sería doblemente complicado si en esos discursos no hubiera ilusión, conciencia y ganas de comenzar cuanto antes esa enorme tarea. Eso se vió perfectamente en todos los discursos y, especialmente, en el de Feijóo del domingo.

Uno de esos discursos, el de Bea Fanjul, tuvo el mismo efecto que el de las canciones lentas de los conciertos. Cuando los decibelios tienen al público enganchado, es bueno, poner algo que contraste con todo eso para que la traca final suene mejor. Para captar mejor la atención. Para captar el interés de quienes a veces quieren escuchar una música distinta.

Una parte de esos que buscan un sonido alternativo son jóvenes, porque la juventud es, en sí misma, en esencia, contraste. Una generación que, frecuentemente, no tiene todavía muy claro quién es la mejor opción para que les representen y ha perdido la fe en la buena política.

Los datos lo demuestran: aunque las encuestas y los resultados de las diferentes elecciones no aciertan a saber con total exactitud quién es el partido favorito del tramo de edad más joven, sí que coinciden en que un porcentaje muy elevado, mayor que el que vota a cualquier partido, está en la abstención. Es decir, ha desconectado de los políticos. Pero como se dijo en ese discurso, la política está en todo. Por eso, la política importa y, por eso, es necesario pasar página de lo que estamos viviendo en España.

Ese mensaje de esperanza tiene que llegar a todos pero, muy especialmente, a quienes ven que la idea de que todo pueda mejorar son solo «deseos de cosas imposibles». Si tienen dudas de que hay un grupo de personas en España preparado para hacerlo realidad, cada una con identidad propia, pero con un camino compartido, que vean con interés lo que pasó este fin de semana en IFEMA, y remen en esa dirección.

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