La liga de los hombres ordinarios

Hoy parecen protagonistas de un folklore muy lejano, entre los dinosaurios y el medioevo, aunque apenas hace veinte años que se extinguieron

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Esta semana se ha estrenado en Movistar un documental titulado 'La Liga de los hombres extraordinarios' en el que se rescata aquellos tiempos de libertad, en torno a los años 90, en que una serie de personajes patrios se hicieron con las riendas de clubes de fútbol profesional. En este bestiario figuran, entre otros: Jesús Gil y Gil, Manuel Ruíz de Lopera, José María del Nido, Joan Gaspart, Ramón Mendoza, Augusto César Lendoiro, José María Caneda o la jerezana Teresa Rivero como títere de su marido José María Ruiz-Mateos.

Aplaudo esta docuserie en el sentido de volver a sacar a la luz los documentos imborrables y divertidísimos, por inverosímiles, protagonizados por estos tipos de otra época, a los que ellos llaman 'extraordinarios', pero yo prefiero calificar de ordinarios en la doble vertiente de la palabra: por groseros y maleducados, pero sobre todo por normales, corrientes. En definitiva, eran hombres de su tiempo, la mayoría venidos de estratos bajos, hechos a sí mismos como suele decirse, y que representaban al tipo de su hora, al ciudadano corriente que se acoda en la barra del bar y entre parroquianos suelta tres burrerías populistas con las que solucionaría el mundo. Eso sí, el ego se les subía como un globo de helio al alcanzar esas cotas de poder y fama.

Muchos tenían alma de caudillo peronista. Lopera, quizás el más megalómano de todos, tiene cosas de Ceaucescu, aquel conducator rumano. Acertadamente, los artífices de la serie consiguen acceder al palacete donde aún vive el expresidente del Betis y sólo ver la decoración da idea del perfil del personaje. Un tipo, listo como un ratón hambriento pero de una incultura y catetez oceánicas, que guarda una talla calcada del Gran Poder, dizque por si se quema la original, que le monta en casa un teatro a su madre para que venga a actuar Bigote Arrocet entre otros, que tiene un busto de sí mismo –sí, aquél que colocó a la espalda de Del Nido en el palco– y que puso al estadio bético su nombre, porque no pudo hacerlo con la ciudad de Sevilla, que si por él fuera, la capital de Andalucía se llamaría Manuel Ruíz de Lopera.

Gaspart da la imagen de un niño grande, un crío viejo, con su sonrisa cándida, sus juegos, sus rabietas y su antimadridismo acérrimo. Gil, por su campechanía, su machismo exacerbado, su 'sudapollismo' y sus salidas de tono es el que más 'chance' ha dado a la prensa: era una mina de noticias y titulares. Del Nido es el más taimado e inteligente; ante Teresa Rivero sólo cabe ser compasivos, Caneda es una mezcla de Cañita Brava y José Antonio Primo de Rivera, y Lendoiro, probablemente es el más razonable de todos.

Hoy parecen protagonistas de un folklore muy lejano, entre los dinosaurios y el medioevo, aunque apenas hace veinte años que se extinguieron. Sin embargo, entre nosotros, hoy tenemos personajes de la misma o peor calaña que son los que siguen llevando las riendas del fútbol profesional, pero que públicamente se ponen el disfraz de 'homus progresistus' para en la sombra actuar como auténticos canallas. Unos hipócritas peligrosos como Luis Rubiales, Javier Tebas, Florentino Pérez o Joan Laporta. Bueno, quizás este último sea el eslabón perdido entre una generación y otra.

Volviendo al documental, producido por Évole y los de Libros del KO, hay algo que me chirría, y es el vicio habitual de juzgar el pasado con los ojos presentes. Hay un capítulo dedicado en exclusiva al machismo. Así, voces jóvenes como el indeseable Quique Peinado, Lucia Taboada, Manuel Jabois o Toni Villa aparecen repetidamente para hacer juicio de los documentos que se van viendo en cada capítulo ¿Qué necesidad tenemos de más moralina progre? ¿Qué coño pinta ahí Mari Ángeles Barceló?

En fin, entre Jesús Gil y Luis Rubiales, creo que muchos lo tenemos claro. Hemos salido perdiendo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación