Opinión

¡Ismael, viva Ismael!

Y es que otra vez Cádiz vuelve a ser la chirigota nacional por su vertiente friki: Si no es Kichi, es Paz Padilla, «un osito desmembrao para abrir los noticieros» o, como en esta ocasión, el primer ganador de Gran Hermano

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«Call me Ismael». Así, melvilianamente, podría presentarse el flamante candidato a la alcaldía de Cádiz, Ismael Beiro. Recuerden que el hoy presidente de la Junta, Moreno Bonilla, hizo campaña con el «Llamadme Juanma». Y si ve que con el nombre de pila no le va bien, tras sondearlo, podría corregirlo ‒por ponerse a la altura de Kichi‒ apostando por el «Better call (me) 'Pisha'», que así, por 'El Pisha', se le conocía nacionalmente tras su paso por Gran Hermano.

Ahora que lo pienso, lo de Kichi ‒en realidad es er Kishi‒, que es un apócope de Kichitito, siendo esto una involución de Quichitito y de Chiquitito, es una vulgaridad. O sea, me refiero a que a ti en tu casa y en tu barrio te pueden llamar 'Shoshi', pero es una informalidad presentarte con ese apelativo para ocupar un puesto de responsabilidad pública. ¿Acaso la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se hace llamar 'Chiqui' ante la ciudadanía?

Bueno, está el caso del socialista 'Chiqui' Jiménez Barrios, del que opino tres cuartos de lo mismo que Kichi. Había una 'Chiqui' en Gran Hermano ‒todo pasa por Ismael‒: aceptable, porque participaba en un reality show y, sobre todo, porque sufría acondroplasia y medía 1.30 metros. Pero llamarte Kichi cuando vas camino de ser Moby Dick o 'Chiqui' cuando le sacas una década al Capitán Ahab, es para darle una vueltecita.

Yo, desde aquí, propongo que para quitarse el lastre de los apodos, los regidores, como los papas o los reyes, deberían rebautizarse al tomar el bastón de mando. Así, por ejemplo, el actual primer edil gaditano, aprovechando su apellido podría haberse llamado Mágico: Mágico González. O Teófilo II, que suena más solemne.

Perdonen la digresión ‒me pierden los motes‒, que yo venía a hablar de Ismael Beiro, candidato de los andalucistas ‒el Blas Infante de Guadalix de la Sierra‒ a la alcaldía de Cádiz. He escuchado al respecto que para ser regidor antes hay que mamar de concejal. No es desde luego el caso de Kichi, que pasó de la punta jurado al trono de San Juan de Dios sin solución de continuidad.

Además, Ismael es de los pocos, si no el único, que puede decir que ha sido pregonero antes que alcalde. Así nos lo recordaba Juan Carlos Aragón en un pasodoble de Los Condenaos: «Un Ayuntamiento a la medida / de un poblado cebollero / y una fundación del carnaval / más tonta que su pregonero: / «¡Ismael, viva Ismael!» /, Cádiz es así / qué vamos a hacerle».

Bromas y frivolidades aparte, me alineo ‒sin que sirva de precedente‒ con el añorado comparsista de La Laguna: «Yo jamás renegaría de mi cuna gaditana / […] pero a ratitos sobran ganas / de decir «no puedo más» / y cambiar de continente». Y es que otra vez Cádiz vuelve a ser la chirigota nacional por su vertiente friki: Si no es Kichi, es Paz Padilla, «un osito desmembrao para abrir los noticieros» o, como en esta ocasión, el primer ganador de Gran Hermano.

Claro, 'El Pisha' ha visto que hasta Kichi puede gobernar la ciudad y ha dicho esta es la mía. Este se habrá creído que la alcaldía se gana por nominaciones o algo así. En fin, cabe preguntarse, quién le pone la pierna encima a nuestra ciudad para que no levante cabeza.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación