EL APUNTE
Treinta años en lucha por la igualdad
Las mujeres en las Fuerzas Armadas han demostrado sobradamente que pueden desempeñar cualquier misión o empleo
Formación en la Escuela de Suboficiales de la Armada.
Corría el año 1988, había pasado una década desde que se promulgase la Constitución, esa que en su artículo 14 determina que «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Entonces, 26 mujeres fueron las primeras en ingresar en las Fuerzas Armadas. Pioneras a las que desde entonces les han seguido miles. Paso a paso, todas ellas han logrado demostrar que son iguales que sus compañeros varones y pueden desempeñar cualquier misión o empleo. Han desmontado reticencias, estereotipos y se han ganado el respeto que solo consigue el que se esfuerza cada día por realizar su trabajo a la perfección.
Hoy en día están en Malí o Irak, combatiendo el terrorismo. Como la comandante algecireña Gala Gallego, que manda la unidad de helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles delEjército de Tierra desplegada en la operación ‘Inherent Resolve’. O en los buques que salen de Rota para participar en la operación ‘Atalanta’ de lucha contra la piratería en el océano Índico. O en la operación ‘Sophia’, que intenta acabar con las mafias que trafican con seres humanos en el mar Mediterráneo. Iguales que sus compañeros. Sin más.
En estos 30 años han conseguido muchos avances, también en la asignatura pendiente para toda la sociedad que es la conciliación familiar, pero aún les queda camino por recorrer. En Cádiz, de los casi 10.000 militares de la provincia, solo 1.340 son mujeres. Aproximadamente el 13%, un porcentaje igual al del conjunto de las Fuerzas Armadas a nivel nacional.
Pero sienten que van en buen camino, que el trabajo de todas está teniendo sus frutos y que el techo de cristal no existe. De hecho, la primera mujer coronel, Patricia Ortega, está realizando el curso de ascenso a general. Será otra pionera y le seguirán muchas más. Porque hace tiempo que las mujeres demostraron que, de uniforme o con ropa civil, son igual de capaces que los hombres.
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