OPINIÓN

Tapar bocas

El segundo contrato eólico de Navantia en Puerto Real alivia las penas, pero no elimina el problema de fondo: la falta de carga de trabajo

El astillero de Puerto Real sigue con el goteo de contratos. En poco menos de tres meses Navantia ha firmado el segundo acuerdo eólico para desarrollar en esta factoría. Se trata de la construcción de 20 ‘upper jackets’ para un complejo eólico en aguas escocesas del Mar del Norte. Esta obra arrancará el mes que viene y dará empleo a 250 personas. Este contrato se suma al que ya anunció Navantia en diciembre y firmó el pasado febrero en Oslo para la construcción también en PuertoReal de una plataforma eólica para la noruega Statoil. La obra de esta gigantesca estructura offshore permitirá carga de trabajo par 350 personas. A simple vista se puede advertir que el astillero con el dique más grande de Europa goza de buena salud, pero la realidad es otra. La factoría de PuertoReal está capacitada para desarrollar grandes obras navales que dan empleo a más de 4.000 personas. No se puede conformar, por tanto, con contratos offshore como alternativa a la obra naval. Este es el discurso que mantiene desde hace meses el comité de empresa de la factoría, que teme que el astillero quede relegado a una planta de gestión más que a una de construcción naval. Sin embargo, una de las voces críticas que ha venido a complementar los argumentos del comité ha sido, precisamente, la del presidente de la Federación de Empresarios del Metal (Femca) de Cádiz. Diego Chaves, que ha señalado que Navantia no puede «tapar bocas» con obras alternativas a la construcción de barcos. Se puede decir más alto pero no más claro. Chaves insiste en que la filosofía y el fin último del astillero puertorrealeño es la construcción de grandes buques mercantes. En su opinión, esta es la única alternativa que existe para generar empleo en la Bahía. Chaves le recuerda a la dirección de Navantia que durante la obra de los cuatro petroleros Suezmax en la factoría de PuertoReal se han dado picos de mano de obra superiores a las 4.000 personas y advierte de que los dos contratos eólicos que se han firmado para los próximos meses solo darán empleo a 600 personas. Ante esta situación solo queda que la patronal y el comité reclamen más carga de trabajo y que el equipo comercial de Navantia busque nuevos nichos de mercado donde poder firmar contratos civiles o militares que aseguren el futuro de la factoría y, al mismo tiempo, de la industria auxiliar de la Bahía.

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