EL APUNTE

El puente necesita de un remate final

La ciudad de Cádiz tiene que acometer obras complementarias para que el segundo acceso sea efectivo

Imagen del segundo puente, que cumple cuatro años. Nacho Frade

Hoy se cumplen cuatro años de la inauguración del segundo puente de Cádiz. Se trata de una infraestructura necesaria que ha cambiado el hábito de quienes entran y salen de la capital en coche. Su presencia ha servido para dividir los flujos de tráfico y aliviar al puente Carranza de su permanente colapso circulatorio. Al final, según los datos que maneja el Ministerio de Fomento, en la capital entran a diario unas 80.000 personas , lo que supone unos 50.000 vehículos de media en un día laborable. La presencia del segundo puente ha servido, entre otras cosas, para imponerse al Carranza, ya que absorbe el 53% del tráfico, frente al 47% que recibe el viejo puente, que ya se encamina a los cincuenta años de vida. Todos los datos revelan que la construcción de este coloso ha beneficiado a la Bahía de Cádiz en su conjunto y ha situado a la provincia en el podium de la vanguardia de la ingeniería civil. Sin embargo, el nuevo puente necesita de una serie de obras complementarias para que sea efectivo al cien por cien.

El tráfico en el casco urbano sigue atascado pese a contar la capital con tres accesos. La construcción del segundo puente puso sobre la mesa una serie de proyectos que se debían de acometer antes de su apertura y que, pese a todo, no se han llevado a cabo todavía. Una de las actuaciones más importantes era la reordenación de la carretera Industrial , clave para permitir la permeabilidad del tráfico entre el centro de Cádiz y el puente. Esta obra resulta vital ahora, ya que la apertura el año que viene de la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz provocará un aumento del paso de camiones por la avenida de las Cortes y es necesario que tanto reordenación de la carretera Industrial como la apertura del túnel de astilleros hasta la nueva terminal estén terminados. Tampoco se ha llevado a cabo una política de nuevos aparcamientos que permita dejar el coche a la nueva avalancha de conductores que atrae el puente. La presión del carril bici ha servido para incrementar aún más este problema. Los aparcamientos públicos de la capital no dan abasto. La tercera asignatura pendiente que tiene que aprobar el Ayuntamiento de Cádiz es la avenida transversal, vital para cruzar la ciudad de un extremo a otro, hasta el Paseo Marítimo, nada más salir del puente. Los datos revelan que el tráfico crece, pero las actuaciones siguen pendientes.

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