No, bonita

El PSOE sigue con el intento de adueñarse de las parcelas que entiende que les puede beneficiar, excluyendo a todo el que no piense políticamente como ellos

Hoy, principalmente, te pregunto a ti, mujer. ¿Votas al Partido Popular, a Ciudadanos o a Vox? ¿Te sientes o te consideras feminista? Pues siento comunicarte que, si tu respuesta es afirmativa, estás equivocada. Según la izquierda española, y más concretamente la ministra en funciones Carmen Calvo, el feminismo es solo patrimonio de las socialistas. Por si no fueran bastante las perlas que esta señora ha soltado por su boca como que «el dinero publico es de todos» o que desea «que la Unesco legisle para todas los planetas», ahora se le suma la que dijo hace unos días afirmando que la lucha feminista «nos la hemos currado los socialistas».

Y es que el PSOE sigue con el intento de adueñarse de las parcelas que entiende que les puede beneficiar, excluyendo a todo el que no piense políticamente como ellos, en un alarde de discriminación por pensamiento político propio de la antigua URSS de la que tanto han bebido o siguen bebiendo.

Si la semana pasada hablaba del intento de Grande Marlaska de apropiarse del colectivo homosexual, la Calvo continua con el intento de poner cerco a la lucha feminista sin dejar entrar a las personas que tengan pensamiento de derechas. Todo esto, junto al rancio planteamiento desfasado de proclamar que si eres obrero no puedes ser de derecha, forman los ejes excluyentes de la izquierda actual española.

Se le olvida a la «bonita» de la Calvo que los socialistas en 1933 votaron en contra del voto femenino en nuestro país. Parece no recordar como las diputadas Margarita Nelken o Victoria Kent, del partido socialista y del partido radical socialista respectivamente, se opusieron frontalmente al sufragio femenino alegando que la mujer no tenia conocimientos para poder votar o que el «el histerismo impide votar a la mujer hasta la menopausia». Estos son ejemplos de lo que el Congreso de los diputados tuvo que escuchar en boca de los antepasados de la que hoy se arroga la lucha del feminismo.

El feminismo no entiende de pensamiento político. Es una lucha diaria de muchas personas que pretenden que se les otorgue a las mujeres los derechos que durante muchos años se les ha negado simplemente por haber nacido con un par 23, en su configuración genética, XX en lugar de XY. Es pelear por los derechos de las mujeres en todo momento, luchar contra las desigualdades que existen en nuestra sociedad y que se inclinan contra las mujeres. La lucha por esta igualdad es algo que está más allá de un «quítate tu que me pongo yo que soy de izquierdas». La pretensión velada de Carmen Calvo, al igual que Marlaska, es volver a poner el punto de mira de los radicales en aquellos que piensan diferente a ella políticamente.

Ahora soy yo el que le dice a usted eso de «no, bonita». No se lucha por el feminismo haciendo declaraciones que rozan la vergüenza propia, ya que la ajena la sobrepasa, o haciendo un «feminismo de salón» pensando que las autenticas luchadoras por la igualdad de la mujer son tontas y se pueden manejar. Hay mujeres de Podemos, del PSOE, de Ciudadanos, del Partido Popular y de Vox que hacen mucho más por el feminismo bien entendido que usted, Señora Calvo, que se permite el lujo entre otras cosas, de dar «lecciones socialistas» al personal vistiendo un cinturón de la marca ‘Hermes’ de más de 3000 euros o un reloj de ‘Cartier’ de más de 7000 euros.

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