El ring de la supervivencia

Que nos perdamos la alegría en las calles

Nico Montero

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Mientras el ruido grave y atronador de los disparos de bolas hacía que los chavales se agolparan en las ventanas de las aulas, un helicóptero sobrevolaba el techo del instituto. Una multitud corría y gritaba, pegados a la verja que delimita nuestras pistas deportivas, en ... medio de una lluvia piedras y bolazos de ida y vuelta. El humo y los gritos se mezclaban con la incredulidad del alumnado que nunca se había visto en otra igual, salvo en los videojuegos. La escena era impactante y seguramente quedará grabada en la memoria de los chavales, que no daban crédito a semejante batalla campal a dos palmos de su patio de recreo, donde instantes antes, los únicos golpes eran al balón.

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