Por el interés te quiero, Andrés

Cada autor tiene una tendencia política al igual que los componentes de cada grupo, pero por encima de todo nos une la amistad, la afición por la música y el amor a Cádiz. A pesar de ser muchos, somos un eslabón bastante débil en la cadena de la sociedad gaditana. Sin embargo, nos toman en consideración cuando les conviene. O bien para vender más periódicos o aumentar sus audiencias en el caso de los medios, o como los políticos para llevarnos a su terreno y ponerse a favor o en contra según les interese buscando su pertinente rédito electoral.

A las agrupaciones y autores no nos pueden responsabilizar de todas las decisiones relacionadas con el Carnaval tomadas por nuestro Consistorio. Culpar a la oposición que los pobres coros se van a quedar sin el lunes festivo de carrusel en junio no es serio, pero sacarlo como una gran noticia en televisiones, radio o prensa escrita para torpedear sobre la linea de flotación del Consistorio porque su linea editorial así se lo pide, me parece aún menos serio. Los grupos de Carnaval, en su mayoría, vuelvo a insistir en esto porque los elegidos van por su cuenta y negocio, salimos en Carnaval y concursamos por afición, diversión y entretenimiento.

Los intereses creados, que en este caso nada tienen que ver con los de Jacinto Benavente, se resumen en una sola frase coloquial: ‘Por el interés te quiero Andrés’. Los carnavaleros nos convertimos a su antojo en monedas de cambio, a merced de los intereses que busca el tridente formado por el que gobierna, la oposición y medios de comunicación.

En el caso del equipo de Gobierno piensan más en ser reelegidos o llevar su ideología al mayor extremo que intentar escuchar algunas voces que impregonen un poco de sentido común. Esto es así porque lo digo yo, porque es mejor para los míos y porque es el color de mi cristal. No me parece un discurso acertado, con todo mi dolor.

En el caso de la oposición, piensan más en hundir al alcalde y a sus concejales que en la salud de los gaditanos, en el progreso de la ciudad o los carnavaleros. El acoso y derribo es su eslogan, hagan lo que hagan, esté bien o mal hecho. La Delegación de Fiestas no está sometida a los plenos porque de otra manera no podría organizar ni un sencillo festival o quema de Juanillo. Parece mentira que tantos concejales no sepan los reglamentos ni actuación de las diferentes delegaciones municipales.

Por último al tercer pincho de ese tridente, formado por medios de comunicación, estamos sometidos casi siempre al antojo de cada disciplina editorial, pero sobre todo porque servimos para crear expectación y conseguir adeptos. Son empresas es muy normal. El carnavalero de a pie les importa poco, menos los elegidos por su dios, claro está.

Entre los tres me están quitando las ganas de salir, ni en Febrero ni en Junio. Al final a Grazalema en febrero y a Cantabria en verano, ya verán.