Manuel López Sampalo

¡Viva la muerte (digna)!, o no...

En mi balanza pesan bastante más los argumentos a favor de la eutanasia, y concretamente de la ley aprobada, que los contrarios: o sea, no es un fifty-fifty, sino más bien un 80/20

Una mujer se manifiesta contra la ley de eutanasia aprobada en el Parlamento. EFE

Manuel López Sampalo

Uno pensaba llegar a este artículo con los deberes hechos y soltar un rotundo «¡Viva la muerte (digna)!» emulando a Millán Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, o un «¡Viva la vida (manque sufra)!» entre las melodías de Coldplay y las jeremiadas ... béticas. Pero, sinceramente, tras mirarme la ley, seguir el debate eutanásico, leer, escuchar y preguntar a expertos y a opinadores varios,… salimos más fuertes: más fuertes en la duda . Y, es que, hecho el trabajo de campo y la reflexión pertinente, he llegado a la conclusión que como juntaletras no puedo tener una opinión firme sobre un asunto tan serio, tan vital. Como tampoco debería tenerla un político o un presentador de radio. Sólo un profesional de la medicina sabe en realidad de lo que está hablando, creo. Por tanto, personalmente, me acojo al derecho que asiste -y en este caso más dignifica- al ‘opinólogo’: el derecho a la duda. «La duda es la madre de las ideas; sólo los ignorantes y los fanáticos no vacilan nunca», que dijo el escritor austriaco Stefan Zweig.

Artículo para resgitrado

Lee ahora mismo todos los contenidos de ABC

Mensual Sin precio, gratuito Pruébalo
Anual Sin precio, gratuito Suscríbete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia