Mañana seremos los mismos
Votemos lo que votemos, mañana tendremos que convivir con el vecino que optó por lo contrario
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Iniciar sesiónNo se engañe pese a lo que oiga a su alrededor, a lo que vea en redes sociales y a con lo que le machaquen en la televisión. Cádiz no se ha llenado de fachas. No pasee usted por la Alameda, ni siquiera –vamos a ... tirar de prejuicios– por Bahía Blanca pensando que hay una horda de ultras venidos desde el rincón más carpetovetónico de la meseta animosos de echar a los niños inmigrantes desamparados al mar y dispuestos a cambiar la indemnización por despido por una bandera patria. Sería caer en el mismo error en que caímos (al que nos empujaron y empujamos) cuando nos parecía, hace cuatro años, que nuestros vecinos eran unos antisistema que saldrían a quemar los cajeros del Banco Santander en cuanto cayera el sol. En aquel entonces, al pasear por la Merced o La Viña –los prejuicios son como los culos, con perdón, que todo el mundo tiene el suyo– no era hacerlo por un soviet en el que se pedía la expropiación de las viviendas ni el ahorcamiento del patrón. Eran los mismos que el día anterior. Los mismos que estaban al día siguiente. Los mismos que estaban ayer –quite usted a Manolo, que murió el año pasado, y al niño de Jorge, que nació en enero– y los mismos, salvo los que entreguen su alma en el escrutinio, que seguiremos mañana.
Los colegios electorales se cerrarán esta tarde. Habrá nervios de recuento y tertulias de entendidísimos opinadores en la televisión. En redes sociales encontrará lo mismo, pero con más faltas de ortografía y con la simpática interrupción de los ‘hooligans’ más contumaces. Y se publicará el escrutinio al 80%. Ya se sabrá cómo de vendido estará el pescado y cuál habrá que adobar ante el previsible pestazo. Y saldrá el ganador por la televisión, como un líder mesiánico, a decir que va a gobernar para todos los españoles sin distingos, y que si tiende la mano y que si es pronto para decidir alianzas bla bla bla.
Y cuando le suene a usted el despertador, mañana por la mañana, tras repetirse que Abascal, Casado, Iglesias, Rivera y Sánchez no van a tener que madrugar por usted, se encontrará con su vecino que irá con la misma cara de lunes al trabajo, o a la Facultad, o a lo que quiera que hagan los vecinos que uno realmente no conoce. Y pasará por la Avenida, o por Trille, o por Santa María... y volverá a ver a sus paisanos. Con los que estamos condenados a convivir. Con ellos y con los que vengan de fuera y que pueden ser tan de Cádiz como nosotros. Porque salga lo que salga de las urnas, volveremos a ser los mismos.
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