José María Esteban

El día después

En estas últimas elecciones centrales, se ha discutido sobre temas que nada tienen que ver con programas y soluciones de nuestras comunidades

José María Esteban

Ha sido como otros muchos días después. El mismo sabor de boca agridulce sobre los resultados. Un cierta y repetida desazón se reitera en cada encuentro con las urnas, que no aumenta nuestro respeto por las reglas de juego, ni los repartidores de cartas. Una ... agria sensación de encontranos de nuevo en la casilla de salida. Reglas, depuradas desde que Grecia, nuestro origen cultural, nos enseñó allá por el S.VI antes de nuestra era, para representar el poder dignamente elegido en la palestra pública. Esa palabra para el gobierno de los Atenienses fue instaurada como equilibrio eficaz en el sostenimiento de las sociedades. Democracia, en origen significaba eso, la ética representación del poder del pueblo, para evitar traidores, corruptos y tiranos. Un sistema que se ha mantenido tantos siglos, con pequeñas modificacisones, como el menos malo de los sitemas politicos para permitir una cierta participación mancomunada. Útimamente aquí, se ha ido disolviendo de lo común hacia la lucha por el imperio de los grupúsculos, más que por la mejora de la sociedades.

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