Enferma de belleza

Mientras permanezco sentado en la tabla, todo lo que sucede a mis espaldas carece de importancia

Francisco Apaolaza

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Mientras yo andaba en las olas de Donosti, Villarejo decía en sede parlamentaria que al Rey Juan Carlos le inyectaban hormonas femeninas para reducir su fogosidad, pues su líbido, dice, suponía un problema para la nación. Sabíamos del riesgo de un golpe de Estado, pero ... no vimos venir el golpe de calor. En mi vida he sido testigo de sucesos alucinantes, pero incluso desde ese momento en el que me encuentro en que creo que cualquier cosa es posible, entiendo que Villarejo sueña de noche y cuenta de día.

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