OPINIÓN

Este año, a Cádiz

En unos meses tendremos otra vez en casa, en Cádiz, al barco más querido de la Armada española que, mientras tanto, ejercerá como el mejor de nuestros embajadores

La Ostionada de El Molino despidió, casi sin solución de continuidad, las fiestas navideñas ofreciendo la mejor de las bienvenidas a los carnavales. Una semana antes, mientras la Pestiñada y la Erizada daban el auténtico pistoletazo de salida para celebrar la fiesta gaditana por antonomasia, el Juan Sebastián de Elcano iniciaba en el muelle su XCI crucero de instrucción, uno especial porque coincide con el V centenario de la primera vuelta al mundo que iniciara Magallanes, en la costa gaditana de Sanlúcar, y ultimara Elcano, tres años después, volviendo al puerto de partida, Sanlúcar de Barrameda.

En unos meses tendremos otra vez en casa, en Cádiz, al barco más querido de la Armada española que, mientras tanto, ejercerá como el mejor de nuestros embajadores. El primer puerto americano que tocará la goleta será San Juan de Puerto Rico que, además de otras muchas semejanzas con la más americana de las ciudades españolas, Cádiz, este año figura, con el primer puesto, en esa lista de lugares a visitar que publica ‘The New York Times’ y que también incluye a nuestra ciudad como ya todos sabemos.

Tras tocar Cartagena de Indias que, como Puerto Rico, también tiene su aire gaditano, Elcano se dirigirá a La Habana, ciudad en fiesta porque, en el 2019, celebra también el V centenario de su fundación. De las semejanzas entre Cádiz y La Habana somos bien conscientes desde que Antonio Burgos, con sus hermosas palabras, y Carlos Cano, con su música mágica, crearan uno de los himnos universales de nuestra tierra, ‘Las habaneras de Cádiz’.

El Malecón y el Campo del Sur, uno hacia levante, el otro hacia poniente, mirándose mutuamente en la distancia; los castillos del Morro y de la Real Fuerza y el gaditano de Santa Catalina; el de La Cabaña y el de San Sebastián o el aire que se respira en el casco antiguo gaditano y en La Habana Vieja.

La Habana no está este año en la lista del periódico neoyorquino, aunque bien pudiera estarlo, pero su nombre figura en la descripción que de Cádiz hacen tanto el artículo del ‘The New York Times’ como el texto alemán del ‘Die Welt’ que, entre otras cosas, recomienda la visita a nuestra ciudad como el mejor de los antidepresivos. Dice el primero de ellos que, en Cádiz, el ambiente es más propio de La Habana que de Madrid, mientras que el segundo nos recuerda algunas de nuestras semejanzas con la capital caribeña.

Y la luz, el brillo que también comparten Cádiz y La Habana. Esa luminosidad gaditana que destaca el periódico alemán, como si hubiera más de un sol, recordando las palabras de Teófilo Gautier: «No hay manera de dar idea sobre la impresión brillante que nos produjo Cádiz en aquella gloriosa mañana… Nunca he visto nada más deslumbrador de una luz más difusa y más penetrante al mismo tiempo; lo que en nuestros países llamamos sol, junto a esto, es como una miserable lamparilla en la cabecera de un enfermo». No es la única alabanza que hacen los que recomiendan visitarnos.

La gastronomía, en la que insisten los norteamericanos, pero también la historia, los tesoros ocultos, las tradiciones o el propio latido del tempo gaditano que relatan los alemanes. Todas esas riquezas están aquí y la publicidad se nos está regalando, así que ya solo queda que nosotros aprendamos a sacarle partido.

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