Eduardo Moyano

Miguel Delibes, cien años después

Recuerdo las veces que pude ver a Miguel Delibes, en actos concretos, como cuando obtuvo el Cervantes

Eduardo Moyano

Mirando para atrás reconozco la suerte que he tenido de conocer a grandes escritores, cineastas u otros hombres y mujeres vinculados a la cultura. Nada de políticos efímeros, si a personas que han hecho de la creación su vida y han sabido comunicárselo a los ... demás.

Recuerdo las veces que pude ver a Miguel Delibes, en actos concretos, como cuando obtuvo el Cervantes, y tengo la sensación de haber estado con una de esas personas íntegras, de gran fuerza moral que huía del ruido y que solo trataba de trabajar en paz.

El pasado día 17 se cumplieron cien años del nacimiento de Miguel Delibes. Todo un centenario para un autor que nos dejó hace relativamente poco tiempo, en 2010. En este año de la pandemia la Biblioteca Nacional de Madrid acaba de presentar una excelente exposición que recorre la trayectoria vital del escritor vallisoletano y su mundo literario.

Guardo, todavía, en mis agendas su teléfono de Valladolid al que llamaba para entrevistarle por la publicación de alguno de sus libros o para comentar el estreno de películas basadas en sus obras. Y fueron muchas las llevadas al cine porque su lenguaje directo, sencillo, sin asperezas daba pie a la construcción de una ficción cinematográfica que, en algunos casos, no desmerecía la obra original.

Con todo, ‘Los santos inocentes’, de Mario Camus, roza la obra maestra. Sus personajes Azarías, Paco el Bajo, La Niña Chica, Régula o el señorito Iván están en la mente de cualquiera de nosotros. La novela de Delibes y después la película desnudó las dos Españas y nos haría bien leerla o verla para no caer en los mismos errores. Pero Miguel Delibes, austero, triste, melancólico más aún si cabe tras la muerte de Ángeles, su mujer, en 1974, no solo retrató en obras literarias las evidentes diferencias sociales existentes en nuestra sociedad, sino que fue un adelantado a su tiempo ahondando en temas que aún hoy nos preocupan a todos. ¿O de qué habla el ‘Disputado voto del señor Cayo’ si no es de la llamada España vaciada?

A Miguel Delibes le interesaba Castilla, sus gentes, el entorno rural, la flora, la fauna, la naturaleza… No lo ocultó en sus libros de ficción ni en sus textos periodísticos o ensayísticos. Valladolid era su ciudad, a la que estuvo apegado durante los noventa años que vivió.

Desde su mirador supo contemplar el mundo y dejarnos algunas de las más bellas páginas de la literatura en lengua castellana. La exposición estará abierta hasta mediados de marzo de 2021.Esperemos que la pandemia permita que sean muchos los visitantes de cualquier lugar de España que puedan apreciar la trayectoria vital y literaria de Miguel Delibes.

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