OPINIÓN

¿La culpa? De Rajoy

La mediocridad de políticos como José Luis Ábalos no conoce límites

Un independentista radical se parapeta tras una barricada en Barcelona ABC

No le quepa a usted la menor duda. La culpa es de Rajoy. Lo ha dicho el ministro Ábalos, que llevaba tiempo sin asomar la patita. Y cuando habla es para dictar sentencia. Por tanto, no se hable más. Rajoy. Culpable. Si la burguesía catalana quiere independizarse de España desde hace décadas, cuando el ex presidente del Gobierno no había ni empezado las oposiciones para convertirse en registrador de la propiedad, la culpa es suya. De Rajoy. Y por extensión, de toda la derecha española. Si a esos burgueses adinerados, empresarios y profesionales liberales catalanes, se les fueron uniendo con los años progresistas moderados y posteriormente radicales de un lado y otro, desde la extrema derecha a la CUP, la culpa es de Rajoy. Si todos ellos decidieron unirse en pos de un objetivo común, aunque nada tuvieran en común entre ellos, el culpable es Rajoy. Desde Jordi Pujol a Artur Mas, de Junqueras a Puigdemont, de Torra a Forcadell... el culpable, Rajoy. Así de fácil.Si ahora Pedro Sánchez se ve obligado a actuar con tibieza pasmosa y midiendo cada paso con fines electoralistas, ¿de quién es la culpa? Exacto. De Rajoy.

Hace dos años, tras el referendum del 1 de octubre de 2017, se produjeron en Barcelona la mitad, de la mitad, de la mitad, de los altercados que hemos visto en esta última semana. Pero de los pocos que hubo, el culpable fue Rajoy. Y Zoido, por entonces ministro de Interior. De los fascistas. De los que quieren que Franco siga en el Valle de los Caídos. Ese es el argumento facilón de los políticos vulgares como Ábalos, de la alcaldesa Colau en su indigencia moral e intelectual. De los rufianes, en definitiva. Pretenden, como hacen con todo, desviar la atención. Eludir sus propias responsabilidades. Algo relativamente sencillo, más hoy en día con las redes sociales. Cualquier mediocre puede hacerlo. Instigar a los borregos para que no recuerden, por ejemplo, que cuando Rajoy aplicó el artículo 155 de la Constitución pàra convocar nuevas elecciones en Cataluña, lo hizo tras haberlo consensuado con el resto de líderes políticos, fundamentalmente con Pedro Sánchez.

Lo que está ocurriendo en las calles de Barcelona es muy grave. Gravísimo. Altercados que transmiten una imagen penosa no sólo de Cataluña, sino de toda España. Pero es efímero. Los radicales no van a estar toda la vida incendiando contenedores. La Policía y los Mossos, como siempre, están haciendo un excelente trabajo y más pronto que tarde se recuperará la normalidad. Lo que seguirá subyacente es el problema de fondo, el movimiento independentista. Y para acabar con él es imprescindible que los partidos constitucionalistas estén unidos. Que al menos en esto busquen el consenso. Como hizo Rajoy. Como en su puñetera vida sabrán hacer políticos de medio pelo como José Luis Ábalos.

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