Crítica al crítico

La semana pasada como muchos sabrán, la coral de la UCA presento un espectáculo en el Gran Teatro Falla junto a David Palomar basado en el Réquiem de Mozart. Sin entrar a fondo en lo maravilloso que fue para muchos la miscelánea de estilos y géneros que juntaron a la danza con el cante lírico y el flamenco con la música clásica, nuestra coral, los solistas y la orquesta jerezana de Álvarez Beigbeder, saboreamos un gran éxito y cientos de elogios por parte de todo el que asistió a vernos. A estos eventos la prensa local suele mandar a un crítico o periodista para hacer su resumen y que de camino le ponga su calificación. En este caso, enviaron al acreditado crítico Jesús Sánchez Ferragut.

Hizo una crónica correcta y precisa de lo que vio. Le encantó cómo vio a David Palomar, sus comentarios fueron de alabanzas hacia el cantaor y de toda la parte flamenca, muy merecidas por cierto. En general de lo que vio le pareció bien aunque resumía su crítica en un espectáculo barroco y de mera yuxtaposición de obras y estilos. Según me cuentan mis compañeros de la UCA, es uno de los grandes y más prestigiosos críticos en música y cultura de nuestra región y me lo creo, pero en mi opinión solo es bueno comentando lo quiere ver. En el espectáculo no vio las otras tres cuartas partes de lo que transcurría en escena. No vio al excelente grupo de baile capitaneado por Jesús Fuentes que ideó unas magistrales coreografías con raza y sensibilidad. No vio y menos aún escuchó a un coro de más de cien personas. No estuvimos en la escena. Independientemente de cómo lo hiciéramos, no lo vio, y tampoco vio ni apreció la dirección musical de nuestro director Juan Manuel Pérez Madueño. Omitió casi la mayoría del espectáculo.

Menos mal que no es opinante de carnaval porque sería una osadía por mi parte hacerle una crítica a un crítico de tanto nivel y autoridad, despedazaría a mis coros seguramente con sus comentarios, pero a veces algunos necesitan tomar de su propia medicina para sentir sus efectos. Su crónica o resumen de esa noche no la podrá enmarcar como de las mejores que ha escrito. Su omisión o inadvertencia de la generalidad en lo que pasó sobre esas tablas es, para mi entender, el mejor indicador para poder criticarle su crítica, ya que le hace perder parte de su credibilidad para otras crónicas futuras. Espero que sepa encajar esta humilde opinión con la deportividad y nobleza que él pide seguramente hacia todas las que él realiza.

Al César lo que es del César.