Una rajada contra el Kichi

Unos lo escriben en redes sociales y otros lo dicen en ‘petit comite’, pero lo cierto es que cada vez son más las voces que, poco a poco, se van alzando contra la gestión caótica del equipo de gobierno en la ciudad. Si Martínez Ares fue el primero en levantar la voz, en estos días me ha sorprendido como un amigo del Kichi, eso creo, componente de la misma comparsa en la que salía el otrora comparsista metido a político, se ha pegado una ‘rajada’ que podríamos calificarla de gran categoría, expresión esta que tanto gusta en nuestra ciudad.

Y es que ya ni los suyos, salvo los más ‘hooligans’, son capaces de defender o justificar ciertas actitudes de los que venían del pueblo para asaltar la democracia y hacer que Cádiz fuera el paraíso de la izquierda y todo funcionara de forma ideal.

La realidad es que ya desde San Juan de Dios no se engaña a nadie, o a casi nadie, con la pobre palabrería que en otros tiempos encandilaba a las masas. Ya no se le puede seguir echando la culpa del estado de la ciudad a Teófila Martínez y el gobierno del Partido Popular, ya no se pueden seguir escudando en las deudas que se habían encontrado, ni en pamplinas similares, porque ya el tiempo ha pasado. La gente quiere ver resultados de la gestión de José María González y compañía. Y estos resultados ni están ni se le esperan.

La situación de la ciudad cada vez es más insostenible, suciedad por doquier, caos circulatorio, actividades y programaciones hechas única y exclusivamente al modelo del ideario comunista, etc… Y ya, por desgracia, incluso se atreven a tocar al carnaval, cambiarlo de fecha y hacer unas ‘pseudo’ fiestas típicas. Y si antes era este mismo carnaval el que le servía de tapadera para todo, ahora es el que le está clavando la última puntilla del ataúd, al menos por el momento.

Yo, si fuera ellos, estaría muy preocupado porque cuando los mismos tuyos son los que empiezan a alzar la voz contra uno mismo quiere decir que la cosa no pinta nada bien. Y no pinta bien porque al pueblo soberano, al que ejerce su derecho al voto no se le puede estar engañando continuamente. Un alcalde no puede estar ejerciendo de trilero con los ciudadanos jugando a donde está la bolita con la política local. No puede estar enseñando la bolita para que el votante confíe en él y una vez depositado el voto dedicarse a guardársela en la manga y dar coba. Como se suele decir las mentiras tienen las patas muy cortas y las de este equipo de gobierno se están quedando ya sin fuerzas para correr.

Mañana o pasado mañana, saldrán los defensores de estos atacando a todo el que no opine igual que ellos. Se les volverá a llenar la boca de calificaciones como «facha» o «ultra-derecha» para todos los que osen levantar la voz contra el ‘mejon’ alcalde que hemos tenido en esta ciudad, sin importarles que esos que claman ahora hayan defendido la bandera de Podemos en su día. La cuestión es que las voces se podrán discutir pero los votos no y ya falta menos para las próximas elecciones locales.