Malotes de medio pelo

Cuando se es tan valiente para desearle a alguien que le den con un piolet en la cabeza se tiene que tener los suficientes «pantalones» para tragar con lo que a uno le deseen

Adolfo Vigo

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El atrincheramiento de Pablo Hasél , ese rapero condenado por delitos de injurias y calumnias, en la Universidad de Lerida para evitar que la policía lo detuviera y lo llevara prisión a cumplir su condena, deja claro que ya no existen malos como ... los de antes . Es curioso lo valiente que era deseando la muerte de algunas personas relevantes pero lo pronto que «se ha ido de baretas» cuando se ha visto con una sentencia que le condenaba a un pena de prisión que debe de cumplir por tener antecedentes penales anteriores.

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