Juan Carlos, baja aunque sea en pijama

Se te echa de menos tanto para lo bueno como para lo malo.

Adolfo Vigo

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Quién me iba a decir, Juan Carlos, que te iba a echar tanto de menos en el concurso. Tú, que tanta caña nos dabas a los que pensábamos distinto a ti política o religiosamente, no dejabas indiferente a nadie. Siempre escribiste desde tu creencia, desde ... la coherencia de plasmar en tus letras tus pensamientos y tus actos, y es que a ti nunca te hizo falta declararte ni insumiso ni sumiso a nada, ni de los poderes públicos ni de las que considerabas falsas creencias, para saber cuáles eran tus pensamientos. Tú siempre defendiste fuera de las tablas del Falla lo que cantabas en las mismas, siempre fuiste el defensor del currelante, luego no te ibas a comer al restaurante de un cocinero con estrellas Michelin con un precio por cubierto impensable para un obrero. Eso no iba contigo, Juan Carlos. Tú, como la mujer del César, no solo parecías de izquierdas sino que lo eras, permítaseme la comparación con el dicho popular.

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