Cuando el barco se hunde

Podríamos decir que últimamente nuestro ayuntamiento es ese barco que zozobra ante las continuas peleas entre el Kichi y Martín Vila

El refranero español es muy rico y sabio, sobre todo porque se nutre de la voz del pueblo. Entre rimas y risas, nos dice lo que en más de una ocasión ha ocurrido y se ha ido quedando en la memoria del pueblo. Es por ... ello que cuando el saber popular nos dice que las ratas son las primeras en abandonar el barco, no solo hace referencia al animal en sí, sino al comportamiento de algunos seres humanos en irse de los sitios cuando el barco empieza a hacer aguas.

Podríamos decir que últimamente nuestro ayuntamiento es ese barco que zozobra ante las continuas peleas entre el Kichi y Martín Vila. Esto, unido a la debacle que se prevé en las próximas elecciones a la izquierda, hace que esas primeras ratas, permítanme el símil con el refrán, empiecen a abandonar el ayuntamiento.

En estos últimos días, hemos tenido noticias de cómo alguno que vino de más allá de Despeñaperros ha empezado a hacer sus maletas para decirnos adiós, gracias a Dios. Aquel que vino a autorizar la gestión del Kichi, tal y como está el panorama, ha decidido abandonar este barco que está haciendo agua y volverse a sus tierras; eso sí, después de haber estado embolsándose su sueldo como asesor del alcalde del dinero de todos los gaditanos y después de que su pareja también fuera colocada en Eléctrica de Cádiz y que tuviera que dimitir de su cargo de asesora después de descubrirse que la compañía eléctrica tuviera unas pérdidas de 15 millones de euros.

Siempre se dijo que esta persona, prefiero no nombrarla por temas de superstición, era el tutor que desde Unidas Podemos le habían mandado al Kichi para que no metiera la pata durante su mandato. Una especie de ‘comisario político’ que velaría por la pureza de la ideología política en el ayuntamiento de nuestra ciudad y que era el ideólogo de las posibles purgas políticas que se han producido entre antiguos cargos del ayuntamiento y que tenían el estigma de haber trabajado durante los mandatos de Teófila Martínez.

Al final, esta persona, que calificó en su día a éste que escribe como ejemplo de la extrema derecha gaditana (solo se equivocó en lo de extrema quizás porque piense que todos son como él en su pensamiento ideológico) se convirtió en la sombra del Kichi, si había una manifestación a la que iba el Kichi esta persona iba detrás, que el Kichi iba a inaugurar las luces de Navidad pues se le veía a su espalda… hasta que le ha visto las horas contadas al Kichi, al cual no acompañará en su camino al final de su carrera porque, como todos sabemos, estos personajes son los primeros en irse cuando el barco se hunde.

Entiendo que esta persona no será la primera que dimita de su cargo al ver cómo entre los dos líderes de los partidos de gobierno se desatan las hostilidades a un año vista de las municipales. Y es que, llegado este momento, nadie quiere verse en ese papel de tener que asesorar al que va oliendo a cadáver político. Pero tranquilos, no se preocupen por ellos, que como buenos supervivientes encontraran otro al que asesorar, otro sitio al que emigrar para seguir ganando dinero a costa de su designación a dedo por el partido político de turno.

Para despedir a esta persona solo se me ocurre otro dicho del refranero español, «tanta paz lleves como descanso dejas».

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